No todas las personas tienen el hábito de levantarse temprano. Inclusive, para algunas resulta difícil cumplir con las obligaciones que surgen desde las primeras horas, sobre todo para los jóvenes y niños estudiantes.
Para combatir el cansancio o el agotamiento que impide tener un despertar sin problemas, los expertos recomiendan dormir ocho horas al día. Sin embargo, también existen otras estrategias que ayudan a levantarse con energía.
De acuerdo con la nutricionista Fanny Aldana, los hábitos de alimentación marcan la disposición de las personas a la hora de levantarse. 'Si consumen lo adecuado podrán facilitar sus madrugadas, pero no se alimentan bien tiende a despertarse sin ganas'.
Hidratación
Para Aldana, una de las principales causas de cansancio es la deshidratación. Para medir la cantidad de agua que se debe consumir durante el día –explica la experta– 'deben relacionarlo con las calorías que consumen. Si son 2.200 calorías, serían 2 litros de líquido'.
Cuenta, además, que una de las formas para detectar que la deshidratación en los niños es la que está afectando su energía consiste en analizar si el olor de la primera orina es muy concentrado.
En cuanto a quienes no les gusta consumir agua, la nutricionista aconseja agregar otros elementos a la bebida, como gotas de limón, mandarina o naranja.
Advierte que los jugos con alto grado de azúcar pueden causar el efectos contrario al de energizar el cuerpo.
Consumo de carbohidratos
Los carbohidratos se dividen entre complejos y simples. Unos benefician el organismo a la hora de madrugar y otros lo afectan negativamente.
Mientras que consumir pan integral, arroz, papa, yuca y plátano (carbohidratos complejos) ayuda a despertar con energía, el consumo de azúcar, bebidas enlatadas o gaseosas producen cansancio e impide levantarse con vitalidad, según indica Aldana.
Ayuno prolongado
Dejar para última hora la primera comida del día 'hace que el hígado y el páncreas sufran mucho'.
Debido a esto, la persona puede carecer de nutrientes para funcionar bien al día siguiente. 'Sucede que si alguien no repone el gasto de energía con la alimentación regular, no podrá tampoco madrugar', cuenta la especialista en alimentación.
Otro de los consejos de la nutricionista Fanny Aldana consiste en combatir los desórdenes en la alimentación, sobre todo los que surgen en desesperados intentos para adelgazar.
Dieta balanceada
Pasó diciembre y la gente ganó unos kilitos de más, por lo que entran en pánico y piensan que la solución es quitar todas las harinas, pero desconocen que esto es vital para dar energía', comenta Aldana.
De este modo, quienes hacen dietas extremas suelen sufrir de cansancio y fatiga, por lo que las horas de sueño suelen prolongarse. Asimismo, la nutricionista cuenta que otro de los desórdenes alimenticios comunes y que afectan la vitalidad de las personas es omitir la comida de la noche.
Frente a ello, la especialista sugiere consumir alimentos livianos para reponer energía 'que seguramente faltará el día siguiente'.
En cuanto al consumo de comidas nocturnas pesadas, Aldana advierte que pueden provocar indigestión, por lo que 'deben esperar un lapso de tiempo cercano a una hora, en vista de que la grasa demora más en digerirse que una fruta u otro alimento'.
Entretanto, la nutricionista recomienda, a quienes deseen adquirir el hábito de madrugadores, comer un buen desayuno para resistir la jornada y complementarlo con otros productos. (Ver infografía).
Comenta, además, que hacer ejercicio en la mañana 'nos mantiene activos por el resto del día'.
Ciclos de sueño
David Tinoco se levanta todos los días a las 4 de la mañana, un hábito que –cuenta– tiene desde muy pequeño, por lo que levantarse para ir a clases nunca fue un problema.
Considera que el hecho de que para algunas personas sea más fácil despertarse temprano y, para otros no, puede consistir en los ciclos de sueño.
'Levantarse en un ciclo de sueño profundo siempre será más difícil que despertar en uno ligero', comenta.
Detalla, además, que 'no todas las personas necesitan dormir ocho horas para rendir todo el día. Yo, por lo menos, duermo entre 5 y 6 horas diarias'.
No obstante, reconoce que trasnochar retrasa el reloj del día siguiente. Por otro lado, hay personas que aunque madrugan no soportan el resto de la jornada y deben hacer una pausa en el día para descansar.
'Cada persona debe aprender a conocerse y saber cuánto tiempo de descanso necesita para rendir en su jornada', opina.