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'Páaaarale bolas... páaaarale bolas... que sse essstá acabando el añoooo…'

Se conocieron el 15 de abril de 2013, en las instalaciones de Olímpica Stereo. Mike Char, de pantalón oscuro y camisa estampada, y Sammy Martínez de bermuda blanca y camiseta tipo polo negra. Quienes presenciaron el encuentro recuerdan que al principio era evidente el nerviosismo del niño ante la posibilidad de conocer a quien se había convertido en su ídolo, casi en su obsesión, mientras que el reconocido hombre de radio sonreía y respondía juicioso la andanada de inquietudes del pequeño.

'¿Dónde naciste? ¿Cómo era cuando estabas niño? ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Qué música te gusta más? ¿Cómo entraste a la radio?'

Las preguntas de Sammy salían a quemarropa, una tras otra, como queriendo llegar al alma de su interlocutor, mientras se arrodillaba en el mueble, tocaba su rostro para imaginar sus facciones –no puede ver–, se sentaba, se levantaba, volvía a arrodillarse y agitaba las manos, preso de la excitación. En una de esas, el niño comenzó a soltarle algunas de sus frases de combate más célebres, casi que en el mismo tono y con similar melodía, lo que dejó a Mike gratamente sorprendido: 'Hoy juegaaa el Juuuuniooorrr…¡Te lo dice Mike!' Y las carcajadas de todos no se hicieron esperar.

'Aquíiiii suuuenaaaa… el SammyQuillero, el más bordillllero, el más carrrrnavaleeerrro, el más maicccceneeeeroooo…'

Así se cristalizó un encuentro que, unos meses atrás, empezaron a planear los papás del niño, Alberto Martínez y Paola Alcázar, junto con Miguel Char Jr. y la psicóloga Ana Rita Russo, amiga del grupo, al enterarse estos últimos de la admiración que el pequeño le profesaba al hombre que hizo célebre aquellas frases de combate que se escuchaban en los más famosos picós de los barrios populares de Barranquilla, conocidas como ‘placas’, en la jerga picotera.

Ese día de abril –que, con su memoria prodigiosa, Samuel recuerda como si fuera ayer–se fraguó una singular amistad que se ha ido fortaleciendo entre imitaciones, ocurrencias del niño y la complicidad de Mike, al ver que el pequeño lo emula de manera sorprendente. Todo comenzó a manera de juego con el 'Aquíiiii suenaaaa…’, pero el repertorio de frases creció, de tal forma que un día fue invitado a grabarlas en los estudios de Olímpica.

JAIRO_RENDON

Sammy con Johnny Gee, productor y jefe de grabación de Olímpica Stereo, quien es su cómplice en la consola de audio.

Mike confiesa que el día que conoció a Samuel lo cautivó 'ese oído tan desarrollado que tiene el niño', y que ha sido catalogado por expertos como oído absoluto (capaz de memorizar las notas musicales sin necesidad de leer las partituras). 'Me atrevo a asegurar que lo va a llevar a dedicarse a la música, a la radio o a la locución', dice.

'¡Suéltalo, Johnny Gee...!'

La cosa resultó tan exitosa que las placas infantiles empezaron a salir al aire en la fiesta brujitas y en el fin de año de 2013. Hoy volverán a sonar para acompañar la despedida de este 2014. Al hablar de su estilo, Mike reconoce que su voz, siendo aguda, fuerte, tiene melodía: 'No es un grito salvaje. Es como si hubiera un salsero locutando. Como yo, Sammy tiene la melodía. El tampoco grita, también le da un giro melódico a su voz. No es fácil hacerlo, pero él tiene el oído para ello', explica.

El hecho no deja de sorprender a quienes se mueven en el mundo de la radio, pues aunque muchos han intentado copiar el estilo de Char, pocos han logrado hacerlo. De ello da fe Johnny Gee, músico, productor y jefe de grabación de la Organización Radial Olímpica. 'Es raro que un adulto logre imitar a Mike. Por eso creo que en el caso de Sammy es todo un plus, porque tiene la tonalidad especial, la velocidad, las inflexiones -sobre todo cuando está arriba– y la sincronía para casar los tonos de Mike', asegura.

'¡La champeta se vacila y se goza con el SammyQuillerooo !'

Samuel Javier Martínez Alcázar nació hace 8 años, en un hogar de comunicadores sociales. Alberto, el papá, es periodista y Paola, la mamá, es experta en comunicación organizacional; ambos son profesores de Uninorte. Al nacer su segundo hijo, ellos notaron que algo no andaba bien en la vista del niño, por lo que lo sometieron a una serie de estudios, cuyos resultados conocieron dos semanas después. Tenía una anomalía visual llamada síndrome de Peters, un daño en el segmento anterior de sus ojos que limitó por completo su visión, más no su capacidad infinita para ver con los ojos del alma.

Hoy cursa primer grado en el Colegio Real-Royal School y desde los 2 años estudia piano. Además, compone música. 

JAIRO_RENDON

Con sus papás, Alberto y Paola, y su hermano, Mateo.

Alegre, dicharachero, dice que es 'barranquillerísimo' y que le encanta la salsa por su abuelo Javier Alcázar y la champeta por su papá. 'Es que él es champetúo, porque es cartagenero', explica graciosamente.

Una visita al barrio Las Nieves, a casa de una compañera de su mamá, lo llevó, primero a redefinir el norte y el sur de Barranquilla: 'El sur es alegre, es música, es felicidad; el norte es aburrido'. Y segundo a descubrir el sonido poderoso de los picós, al punto de que ese fue su pedido este año al Niño Dios. Hoy su voz seguramente animará más de un corazón, cumpliendo el sueño de este niño: llevar la alegría ‘quillera’ a todos.

'Se acaba, se acaba el 2014... Vacccílate lo que queda con Olííímpica Stereoooo'.

'Él es un diamante'

Hoy, hasta este momento, Sammy es un heredero de mi estilo, asegura Mike Char al referirse a Samuel Martínez, a quien define como 'un diamante que puede llegar a brillar con los años'.

'Tiene la pasión, el oído desarrollado y la melodía especial para serlo. Habrá que esperar a que crezca, pero en este momento es un heredero absoluto', apunta.

Recuerda que el 'Aquí suena...' se hizo popular en los 70, en la época en que las verbenas populares eran animadas no por uno, sino por dos picós, que alternaban la música hasta que al final libraban una ‘batalla’ de sonido y potencia. 'En una de esas a un picó se le ocurrió poner esa placa, que con el tiempo se fue alargando y desde entonces la gente identifica mi voz'.