A lo largo de la grabación aparecen imágenes del máximo comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, asesinado por Israel a finales de julio.
Abás Araqchí, ministro de Exteriores, insistió en que su país no quiere aumentar la tensión en la región.
El pontífice pidió “un alto el fuego inmediato en todos los frentes”, también en el Líbano, recientemente invadido por Israel en su guerra con las milicias de Hizbulá.
El presidente dijo este miércoles a la prensa que no apoyará un ataque israelí contra instalaciones nucleares.
Los llamados a dejar de lado la “lógica de las represalias” deben llegar de todas partes, pues una escalada militar de gran magnitud repercutirá directamente en varias regiones de Europa y Asia, así como estimados coletazos a Occidente, con EE. UU. como principal objetivo por su rol en el conflicto.