Colombia nunca había vivido en medio de tanta incertidumbre generada por el mismo gobierno, tal nivel de descoordinación y de burla. Finalmente, lo que se ha perdido, además del terreno que se había abonado para la paz, la seguridad y el desarrollo económico, es la seriedad –al menos al nivel del gobierno nacional– con la que se abordan los problemas graves del país, que son muchos.
El gobierno debe estimular la resurrección tanto de una liga de béisbol, para que haya torneos de aficionados, como de escuelas que instruyan a los niños, para mantener viva la afición a la pelota caliente.
Expertos dicen que la austeridad y recortar gastos de funcionamiento son claves para lograr un equilibrio en las finanzas públicas y así cumplir con la regla fiscal.
Un padre y su hijo menor de edad, una mujer embarazada y su esposo regresaron con las manos vacías tras haber salir de Estados Unidos por decisión del Gobierno de Trump.
Destruyeron el sistema educativo, desconociendo el sistema mixto de educación superior y la autonomía universitaria y prácticamente acabando por inanición con el modelo de crédito de Icetex que hoy beneficia a cerca de 300 mil familias. Y todo sin lograr el aumento de cupos que prometieron.