Los escombros que observamos en Barranquilla en diferentes sectores de construcciones y desechos de obras civiles, son aprovechados por una empresa local para generar nuevos productos con diseño e innovación.
La demanda nacional del material llega a los 12 millones de toneladas.
La penalidad impuesta por la Sic fue de $923 millones y $138 millones.
El ladrón se llevó en total 500 toneladas de cemento y una fábrica se las compró por 5.000 yuanes (unos 640 euros o 796 dólares).

