Ni populismo de izquierda, ni tampoco de derecha. El país requiere de seriedad política para enfrentar sus graves problemas de hambre, corrupción, inseguridad, violencia, reclutamiento de menores, desplazamiento forzado, narcotráfico, desempleo y una justicia lenta.
En cuanto a las regiones, Petro tiene su fortaleza en el Pacífico, donde la izquierda viene ganando consistentemente, en el Caribe y en Bogotá. Fico, en cambio, es muy fuerte en Antioquia (en 2018 la elección se definió allá) y el eje cafetero. Gutiérrez tiene varios desafíos: que Char y Barguil, los dos costeños, se la jueguen para que allá lo conozcan, buscar que la diferencia en Bogotá se acorte y consolidar a los paisas. Petro usa al alcalde de Medellín como su alfil.
Por cierto, lo de Federico Gutiérrez tampoco es sorpresa, el fervor por él en Antioquia es enorme y los 900 mil votos en su Departamento así lo demuestran. Tiene el paisa ahora la enorme tarea de unificar varias fuerzas, deberá decidir si se radicaliza hacia la derecha o se pega más hacia el centro (yo les confieso, preferiría lo segundo). Lo de Sergio Fajardo en una palabra: lamentable. Si él y sus allegados no lo aceptan ni asumen, peor futuro aún tendrá esa coalición.
Un votante denunció ante Fiscalía, Delegado de Registraduría y Policía Nacional que uno de los jurados habría instigado a un elector a votar por uno de los candidatos de las consultas interpartidistas.
Indicó que desea plantear una industria nacional de fertilizantes e insumos.