“Los artistas mueren creando, y yo espero hacerlo también”
En entrevista con EL HERALDO, el barranquillero Álvaro Barrios, contó detalles de sus inicios en el arte, como su obra ha permanecido en el tiempo y el sueño permanente de Barranquilla como una ciudad del futuro.
Sus gafas hablan por sí solas. Álvaro Barrios es un artista de tiempo completo. El rojo, el azul y el negro se conjugan alrededor de su mirada cual si fuera un lienzo en el que plasman sus mejores pinceladas.
Descubierto por el arte cuando tan solo tenía cuatro años, su precipitación al futuro fue casi que inmediata, y aunque desconocía lo venidero, parecía que este no lo desconocería a él, sino que ya lo había tomado a consideración.
En sus primeros dibujos el pequeño Álvaro compartía lo que observaba, el jardín de su casa, el orden de sus juguetes y algunas aproximaciones humanas que en su imaginación correspondían a sus padres.
La inquietud que con gran naturalidad mostraba por las artes fue atendida. De manera autodidacta cada vez mejoraba sus creaciones hasta el punto en el que se hizo necesario inscribirlo en el curso complementario que dictaba Bellas Artes para los niños.
En este aprendió sobre la tecnificación del hacer, le quedaba un poco en deuda la historia de este universo nuevo que estaba explorando, sin embargo, su estancia ahí fue suficiente para direccionarlo.
Al cumplir 16 años Barrios continuaba dibujando, aunque ahora no era solo que lo veía sino una serie de imágenes inconexas que aparecían de manera repentina por su cabeza.
Cómo parte de la promesa en la que Álvaro se convertiría, este inició sus estudios profesionales, cursó casi todos los semestres de arquitectura en la Universidad del Atlántico y los de artes plásticas en Bellas Artes. Sin embargo, ninguna de esas carreras terminó.
Para la fecha cercana al 67 ́ ya había tenido varias exposiciones individuales y se presentó a concurso organizado por la Embajada de Italia, en este quedó en segundo lugar y su premio fue un boleto de ida en barco al país.
“Yo me voy solo con un boleto de ida, y no sabía cómo regresar y fue cuando me dijeron que si estudiaba me regalaban en el tiquete de regreso. Ahí fue cuando ingresé a estudiar Maestría en Historia del Arte, que no solo era teórica sino que también era el acercamiento a las obras originales”.
Pasado el tiempo Álvaro termina su posgrado, y aunque a día de hoy no sabe siquiera dónde está ese título, dice con gran seguridad que nunca le ha servido de nada, que lo suyo es crear.

A su regreso conoce a Marta Traba, una de las críticas de arte más importantes del momento en Colombia, estaba había visto parte de sus dibujos en sepia y asombrada con su talento le invita a exponer en el Museo Nacional.
“Aún no cumplía los 21, pero para mi era normal exponer en el Museo, años después fue que caí en cuenta que este realmente es un espacio solo reservado para los artistas consagrados, no para impulsar carreras, pero algo vio Marta en mí”:
‘Dibujos, collages y cómics’, fue el nombre que llevó la muestra en Bogotá que se hizo cerca al 69’, ahí por primera vez Álvaro presentó las adaptaciones de sus cómics al mundo.
“Yo dibujaba cómics desde niño porque en casa mi papá me los compraba y los leía, y de adulto eran un recuerdo de mi infancia que siempre quise mostrar, y estos primeros dibujos que comenzaron con Dick Tracy y luego con Superman causaron mucha sensación”.
Tras seguir explorando con los personajes de su infancia Álvaro consigue integrarlos en su espacio, Barranquilla, Sin embargo, la exposición que comenzó a reputarlo fue una en la galería de Bellas Artes.
“Para antes de los 70´ yo exponía en Bellas Artes, y Álvaro Cepeda Samudio que vivía entonces en el segundo piso de La Perla, pasó por la galería y le asombró ver en mis cuadros a superman, en ese tiempo era director del Diario del Caribe y envió a uno de sus periodistas a ver qué pasaba”.
A la semana siguiente le habían dedicado una página completa al joven pintor, pero no solo eso sino que La Perla, donde también vivía Alejandro Obregón y frecuentaba Gabo, se convirtió en el lugar de tertulias de Barrios con sus nuevos amigos.
“Todos ellos eran mayores que yo, y para mí era una delicia poder compartir con ellos, la riqueza intelectual y cultural que poseían era deslumbrante y cada conversación era un deleite”.

Una vez despegada su carrera no solo los medios de comunicación comenzaron a interesarse en sus obras, sino que sus producciones y ventas también aumentaron. Según el movimiento Pop también exploró con las instalaciones, pero su fuerte siempre han sido las pinturas.
“Sobre lo que define realmente a un artista hay muchas que se pueden decir, para mi se basa en dos cosas, primero crear, tomar las ideas que no existen y materializarlas denota una gran capacidad, y la segunda pasión. En la historia todos los que realmente aman las artes mueren creando, y yo espero también hacerlo así”.
Los éxitos que la vida le ha permitido disfrutar a Barrios son incontables. Actualmente, sus obras se exhiben en los museos de arte moderno de Nueva York y Chicago, además es considerado como uno de los contemporáneos más importantes del país.
Su próximo compromiso será en Madrid, España para el mes de septiembre. Para esa muestra uno de sus cuadros más particulares es la versión superman llevando a Luisa Lane a la ciudad del futuro, Barranquilla.
“En mis obras no existe la ironía, para mí Barranquilla es la ciudad del futuro porque es la forma en la que siempre la sueño despierto”.