El ‘show’ debe continuar: animadores en pandemia
Edward Martínez, Israel Castilla y Julisa De Castro se dedican a hacer felices con ingenio e inteligencia a los demás en fiestas de empresas o cumpleaños • Aquí narran cómo lo hacen en la nueva normalidad.
Edward Martínez lleva más de 30 años visitando diferentes lugares de Barranquilla y el país cada fin de semana llevando sonrisas y entretenimiento a las familias. Hoy son esas personas las que lo visitan en su casa gracias a la señal de internet. En el garaje tiene acomodado un espacio que en un mismo día puede prestarse para un baby shower, un grado, una despedida de solteros, un evento empresarial o una piñata.
“Nosotros tenemos una especie de minicirco con malabaristas, payasos, títeres, magos, personajes de fantasía, superhéroes, luces, sonido, grupo de millo, en fin, toda la logística que se necesita para cualquier evento y que solíamos montar donde nos contrataran. Todo cambió desde el 13 de marzo, que fue el último evento presencial que tuvimos”, cuenta el creador de Pingüino’s Show Recreación y Producción.
Edward recuerda que el 26 de marzo fue su primer evento virtual. Este “surgió porque” los “clientes tenían todo organizado” y él les propuso la idea de “hacer algo diferente”.
Ante esta situación, cuenta que al principio se encontró con gente muy reacia al tema porque pensaban que al no ser un evento de interacción física no iba a tener el mismo efecto. Con el fin de hacer la propuesta más llamativa decidió ambientar un espacio en su casa con una escenografía que por estos días decora de acuerdo con la ocasión.
Zoom es la aplicación por la cual se realizan estos agasajos que tienen una duración aproximada de 60 minutos (que divide en dos sesiones), en donde cada uno de los invitados se conecta de manera segura y puede disfrutar de esta nueva experiencia desde la comodidad de su hogar. Por otro lado, el animador cuenta que en los últimos meses ha tenido la oportunidad de participar en eventos de hasta 700 personas con colegios y empresas. En esos casos, Instagram es el lugar donde se dan cita.
A pesar de que ha podido adaptarse a las nuevas condiciones de vida social, es consciente de que muchas personas no están pasando por un buen momento en la cuarentena y por ello en todo este tiempo ha realizado tres eventos gratuitos en su perfil de Instagram para que todo el que quiera pueda pasar un buen rato, apoyado por diferentes patrocinadores, a los cuales les hace mención en cada jornada. Estos fueron los días del niño, de la madre y recientemente el del padre.
“La risa es gratis”, dice Edward considerando que su empresa se encarga de llevar alegría de manera virtual por estos días; sin embargo, revela que le ha tocado reducir su nómina para poder subsistir en estos tiempos.
“Estamos trabajando con solo el 30% de nuestro personal. Lamentablemente, me tocó negociar con los demás porque la verdad es que con el flujo de caja que se está manejando ahora no podía sostenerlos. A los que están se les paga por evento. La idea es que rotemos el personal para que todos puedan tener un ingreso”, expresa.
Entrando en detalle señala que “las actividades se han reducido casi en un 50% y las tarifas en un 60% para poder seguir realizando estos eventos privados que son pagos”.
El experto en entretenimiento dice también que ha venido conversando con varios colegas en los últimos días y entre todos han decidido realizar alianzas, por ejemplo, con salones de eventos. Algunos de estos lugares han encontrado una nueva manera de operar ofreciendo su menú a domicilio, entonces, mientras ellos se encargan de que todos los invitados del evento tengan la comida lista a la misma hora en la puerta de su casa, Pingüino’s Show se encarga del entretenimiento durante una hora. Al final de cada función, la empresa deja a la audiencia con mensajes de unión familiar, respeto, valores, cariño hacia el prójimo e invita a los adultos a estar más pendientes de los hijos.
Edward Martínez dice que no ha sido fácil, pero no se desanima gracias a las enseñanzas de sus padres, quienes le decían: “Nunca vayas a perder el sentido del humor por más problemas que tengas”. Además, es consciente de que el pilar de su oficio es transmitir alegría y que eso tiene que reflejarse en cada jornada.
“No nos rendimos, no se olviden de nosotros”. Desde hace seis años Israel Castilla maneja su empresa de recreación y animación, después de haber adquirido experiencia trabajando en diferentes lugares que se encargaban de organizar y amenizar eventos.
El animador, que es contador público de profesión, dice que desde que empezó en este oficio a manera de pasatiempo, es consciente de que la industria es “algo informal” porque carece de una entidad que la regule o proteja. Por lo tanto, su empresa se mueve de acuerdo con la oferta irregular de eventos en la ciudad.
“El día que hay evento, hay trabajo, si no no (...) De lunes a viernes yo tengo mi trabajo y los fines de semana me dedico a los eventos”, manifiesta sobre la distribución de su tiempo, que no es muy diferente al de las 20 personas con las que cuenta en su organización.
“Todas las personas que trabajan conmigo por lo general lo hacen así. Muchos son universitarios que pagan su matrícula con lo que producen, van a clase entre semana, y sábados y domingos están conmigo. Otros sí sostienen a sus familias con lo que aquí producen”, explica. Por estos días trabaja con muy pocos de ellos.
Castilla coincide con Martínez sobre el impacto que el nuevo coronavirus ha tenido en la industria del entretenimiento de la ciudad, sobre todo en la reducción de su flujo de caja.
El joven empresario puntualiza que asocia la palabra evento con “invento” porque “siempre” están “preparados para cualquier inconveniente” que se les pueda presentar “sea en la logística o en la ejecución”.
“Lo cierto es que para esto nadie estaba listo. Entonces queremos reinventarnos, pero no es igual porque el ingreso es muy por debajo de lo que recibíamos”.
De igual manera ratifica que su equipo sigue trabajando “para que la gente vea” que él y sus colegas no se rinden. De igual modo le pide al público: “No se olviden de nosotros”.
Israel reconoce que al principio no fue fácil porque en su oficio las sonrisas y los abrazos que perciben de manera presencial son la base fundamental de sus shows, su motivación orgánica.
Luego de pensarlo por varios días decidió que era tiempo de intentarlo manteniendo el slogan de su emprendimiento: “Que el adorno más importante de tu fiesta sea la sonrisa de tus invitados”.
Así las cosas se lanzó a la virtualidad, como buena parte del planeta, y con su grupo de colaboradores se adaptan a percibir las risas a través de un monitor.
Integración familiar. Entretener a los más pequeños es una de las pasiones de Julisa De Castro, y aunque con su empresa Caritas Felices ha realizado todo tipo de eventos, también para adultos, las fiestas infantiles son las que han ocupado la gran mayoría de sus fines de semana de cuarentena.
La recreacionista cuenta que hace varias semanas una de sus mejores amigas le propuso que se disfrazara de princesa y por videollamada jugara con su hija por motivo de su cumpleaños. El encuentro lo subió a sus redes sociales y ahí empezó la nueva modalidad en la que presta sus servicios. Sin embargo, la nómina de su empresa se vio fuertemente afectada, al igual que en los dos casos anteriormente mencionados. Después de contar con un grupo de 32 recreacionistas ahora solo se ayuda con una prima que vive en su casa.
“Me tocó prescindir de los servicios de mi equipo de trabajo porque seguir contando logísticamente con ellos era muy difícil, entonces, por ahora yo puedo suplir la necesidad de llevar a cabo los diferentes eventos”.
La sala de la casa de la empresaria dejó de ser un espacio para compartir un rato de esparcimiento con su esposo para convertirse casi que en un set de grabación, pues se apoya en su televisor para compartir gráficas que la ayuden a lograr que el rato que pasa con los niños sea inolvidable y le saquen el mayor provecho. Además, puntualiza que hasta ahora no le ha hecho falta la creación de un escenario, pues considera que tiene suficiente con el espacio que cuenta.
De esta experiencia, la empresaria cuenta que le ha llamado la atención que los niños entre 10 y 12 años, que usualmente tienen otros intereses, se han involucrado en las dinámicas al igual que los adultos, con quienes ha jugado Stop, Caiga en la Nota, Memoria, El Ahorcado y otras actividades tradicionales.
“Es bonito ver cómo toda la familia se integra, así sea por un rato, para jugar y pasar un rato agradable”.
Entre las anécdotas que le deja el tiempo de cuarentena recuerda que hizo parte del cumpleaños 90 de una señora al que asistieron de manera virtual todas sus amigas. Jugar con ellas, más que un reto, la emocionó.
Por otro lado, Julisa De Castro también interactúa con las familias todos los sábados de 9:00 a 11:00 de la mañana en el programa de televisión llamado En Familia CTV, que transmite el canal CTV. Esta propuesta que le hizo el director del canal antes de la cuarentena y que se materializó bajo las nuevas circunstancias, cuenta con juegos interactivos para que todos los miembros del núcleo familiar puedan participar.
A pesar de las adversidades, este grupo de emprendedores del entretenimiento en Barranquilla continúan encontrando nuevas maneras de adaptarse y mantenerse vigentes, demostrando con alegría que el show siempre debe continuar.
