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Junior se juega el todo o nada en la Liga a un partido. El ‘Tiburón’ saldrá al gramado del estadio La Libertad de Pasto obligado a ganar para no depender de nadie.

Las cuentas son claras. Un triunfo ante el cuadro nariñense le asegurará a los rojiblancos el tiquete a los cuartos de final. Con un empate, necesitará de otros resultados para clasificar este domingo o el otro fin de semana, cuando se dispute la última jornada de la Liga (Junior descansa).

Una derrota lo dejará en la cuerda floja y rezándole a todos los santos para que se den los resultados que necesita y así poder quedarse con uno de los ocho cupos a la fase decisiva del campeonato.

Junior siempre está obligado a estar en las finales de la Liga. Ese objetivo es innegociable. Lo saben los jugadores y lo sabe el cuerpo técnico, liderado por Luis Amaranto Perea, que se juega, quizá, su continuidad. 

Una eliminación sería un mazazo tremendo y condicionaría una temporada marcada por la irregularidad, pero que encontró en este tramo decisivo una mediana estabilidad deportiva para poder pelear en todos los frentes (Liga y fase de repechaje de la Copa Libertadores).