Los recientes anuncios de la ministra de Salud, Carolina Corcho, reactivaron entre líderes gremiales serias preocupaciones sobre el futuro del actual sistema de salud y el financiamiento de este sector para el 2023.
Las molestias e incertidumbres se despertaron a raíz de unas declaraciones de la ministra Corcho en la comisión séptima de la Cámara de Representantes, en donde señaló que el presupuesto global de Ministerio de Salud estaba desfinanciado y que por ello se harían recortes a los rubros de las EPS. Ante la polémica, en una rueda de prensa Corcho aclaró que su solicitud al Ministerio de Hacienda fue de adicionar por lo menos $5 billones a los $8 billones que ya estaban asignados dentro del proyecto de presupuesto que cursa en el Congreso.
Según la ministra, se intentó 'tergiversar (sus declaraciones) para dar la impresión de que estaba buscando una disminución al presupuesto'.
'Estamos entrando a negociar un presupuesto con un déficit que ya se proyecta en $5,7 billones, y esto lo dejó la administración anterior producto de la pandemia (...) se hizo una proyección inicial, que no es la definitiva, de $8,1 billones, de los cuales $6,6 billones venían del anterior gobierno y 1,5 de nosotros. La solicitud es de casi $5 billones ($8,1 billones, más los $5,5 billones del déficit y $800.000 millones extras), con el objetivo de cumplir con el plan de salud planteado por el Gobierno'.
A este hecho se le sumó el anuncio de que la reforma a la salud que se presentará en la siguiente legislatura sí contempla la eliminación de las EPS. Por lo que de inmediato sobre la funcionaria cayó una lluvia de críticas desde distintos sectores.
En ese sentido, EL HERALDO consultó a expertos y líderes gremiales de la salud, quienes coincidieron en que la discusión de fondo que busca plantear la ministra es sobre la permanencia del sistema de salud colombiano.