Kaliash Satyarthi ha dedicado su vida a la lucha por los derechos de la juventud y la niñez a tener educación y una vida digna, por eso recibió en 2014 el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento de sus esfuerzos, que se concentraron en su país natal India.
Satyarthi, en conversación con EL HERALDO, reflexionó sobre el problema de los niños combatientes y los niños soldado en los conflictos del mundo y afirmó que la existencia de este fenómeno constituía una paradoja frente a los avances tecnológicos y de conocimiento que tiene la humanidad y aunque reconoció que no hay una cifra exacta que cuantifique este problema, los estimados hablan de un rango entre 45 mil y 400 mil niños soldado o menores involucrados en algún tipo de conflicto en el mundo, ya sea como parte de grupos insurgentes o milicias.
Para romper con este flaglo, el Nobel destaca la importancia de la educación, no solo como mecanismo para transformar la sociedad sensibilizando a las personas sobre la importancia de la paz, la armonía y el crecimiento sostenible, sino para 'mejorar la empleabilidad y el emprendimiento entre las personas jóvenes para que la mayoría de la juventud que por la pobreza, el hambre, la desesperación, y la marginalización se unen a esas fuerzas extremistas y grupos violentos'.
'La educación debe también debe jugar un papel importante para construir entendimiento, tolerancia y eventualmente paz', afirma.
El reto
Para Satyarthi esto representa un gran reto ya que en el mundo está creciendo cada vez más la intolerancia. 'La juventud es cada vez más intolerante, porque la comunidad global no ha sido capaz de inculcar los valores de la ciudadanía, el respeto mutuo y el entendimiento entre cada uno', apuntó.