Así es el perfil del elector colombiano
El 54,2% de los hombres ejerce su derecho al voto, mientras que en el caso de las mujeres lo hace el 51,9%. Los hogares con ingresos medios entre el 1.5 y los 2 salarios mínimos son los que más sufragan.
Aunque las mujeres son mayoría en el país y en el censo electoral, los hombres ejercen en un 2,4% más su derecho al sufragio. Según una encuesta de percepción electoral de la Misión de Observación Electoral (MOE) de 2011, el 54,2% de los hombres vota frente al 51,9% de las mujeres.
En opinión de Ángel Tuirán,docente investigador de la universidad del Norte y director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, esto puede estar asociado a procesos culturales, sociales, económicos o políticos, que dificultan el ejercicio libre del derecho al sufragio por parte de las mujeres.
“Tomando como referencia las últimas elecciones locales, encontramos que el porcentaje de mujeres en el censo electoral colombiano era de un 52%, que evidencia también que el porcentaje de población en Colombia es de un 52% de mujeres”, dijo Tuirán.
Según el perfil del elector colombiano elaborado por la MOE, de acuerdo con el nivel de ingresos (ver gráfico) no todos los hogares votan en la misma proporción. Quienes más votan pertenecen a los hogares con ingresos medios entre el 1.5 y los 2 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
En esa encuesta también se observa que los jóvenes tienen menor peso en la distribución de electores que en la demografía nacional, en contraste las personas mayores de 45 años tienen mayor peso en la distribución de votantes activos que en la población nacional.
Abstencionismo
De acuerdo con Tuirán, el votante colombiano se ha caracterizado en las últimas elecciones por no salir a votar, llegando la abstención en el país a un 60%.
Cifra que se toma de identificar el potencial electoral nacional, que para estas elecciones está en 36.025.318. De esa suma habilitada para votar, 17.419.011 son hombres y 18.606.307 son mujeres.
“En las últimas elecciones votó el 40%. En elecciones de Senado y Cámara la votación fue de la siguiente manera: para Senado alrededor del 44% y en Cámara también del 44%, es decir, tenemos alrededor de un 56% de abstención”.
En las presidenciales (primera vuelta) la participación fue del 39% lo que contrasta con las legislativas. La abstención para la presidencia también fue del 60%.
En segunda vuelta mejoraron los indicadores y la abstención fue de 52,23% y una participación del 47%.
“Se ha ido perdiendo la militancia en un partido”, Ángel Tuirán, director del departamento de Ciencia Política.
Los factores que inciden
A juicio del director del Departamento de Ciencia Política de la Uninorte hay unos elementos que vienen pesando en esas decisiones que toma el elector colombiano y están asociados a una desafectación por la política. Es decir, que el votante con estos datos de abstención está mostrando que no cree en esas propuestas, no cree que el proceso electoral impacte en grandes cambios en la vida nacional y en la vida cotidiana.
“Pareciera que el votante colombiano no cree en estos discursos y no cree porque se ha ido perdiendo la pertenencia y la militancia en un partido”, dijo al detallar que partidos que al principio se aglutinaban o se formaban alrededor de una ideología y de una propuesta de lo que debía ser la sociedad, el modelo económico y la vida política de un país, esta reflexión a favor de esos ideales se ha ido perdiendo.
Lo anterior, agrega, el votante colombiano evidencia hoy en día que el candidato puede militar en cualquier partido y que en últimas lo que está buscando es una forma de obtener un lugar de poder, en este caso al Senado, la Cámara o la Presidencia.
Los jóvenes
Al hacer un análisis de los jóvenes en los procesos electorales, Tuirán detalla que hay jóvenes muy activos en redes sociales que se interesan por los temas políticos, pero todavía no están habilitados para votar.
Hay otros jóvenes que efectivamente son activos en redes sociales, pero no salen a votar.
Asegura que normalmente la franja de votantes se mueve más hacia sectores que están por encima, entre los 25 y 50 años.
“Los jóvenes todavía, en el marco de lo que significa la alta abstención en Colombia, han tenido dificultades para identificarse con una propuesta. Llegan al escenario donde les toca tomar decisión, pero no encuentran una propuesta con la que se identifiquen y en la que crean como posible oferta de solución a las problemáticas más trascendentales de la vida nacional”.
Ante el interrogante en el sentido que si cree que los jóvenes puedan tener una mayor participación en las elecciones de este domingo, Tuirán considera que estamos en un escenario parecido al de hace cuatro años, con un debate monotemático.
Hace cuatro años las características del debate giraban en torno al apoyo o no al proceso de paz, la firma de un acuerdo con las Farc o las críticas a esas firmas.
Hoy en día, explica Tuirán, hay unos extremos que es lo que está reflejando las últimas encuestas en materia de tendencias o de aceptación de los candidatos presidenciales y apuntan a unos sectores que se identifican con una propuesta de la repetición de ese discurso de no
Farc, acerca de los puntos de revisión de ese acuerdo que ya se firmó y unos riesgos de que Colombia termine replicando el modelo venezolano.
Por otro lado, agrega, hay otro gran sector que se ubica alrededor de una propuesta anticorrupción, que busca renovación, que recoge un voto castigo a sectores tradicionales.
“Ese discurso a favor de modificar unos acuerdos y que gire en torno al temor que pasemos a ser una segunda Venezuela y la propuesta de un discurso antisistema, anticlase dominante lo que hace es polarizar la discusión y el votante que se inicia en estos ejercicios puede encontrarse en el marco de algún fastidio, de no encontrar una propuesta diferente, una propuesta que pareciera repetir los debates polarizantes y mantenerse apáticos a estos procesos electorales".
Tuirán cree que podríamos encontrarnos con cifras parecidas de abstención de alrededor del 60%, pues el votante colombiano viene mostrando el fastidio por esas propuestas y por esa discusión política monotemática.
La última participación o proceso electoral donde hubo una alta participación (cercana al 58%) fue en las elecciones presidenciales de 1998. Por un lado se planteaba una solución a un conflicto con las Farc y por el otro lado la propuesta de acabar con esos “hechos de corrupción que representó el gobierno Samper”.
Microempresas electorales
De acuerdo con Tuirán otro aspecto que ha impactado en la decisión del votante colombiano, es que encuentra en algunos casos ya no un partido en lo territorial sino una microempresa electoral asociada a unos liderazgos individuales de candidaturas.
Participación por estratos
Normalmente la participación se encuentra asociada a ciertos estratos socioeconómicos. Según Ángel Tuirán, hay altos índices de participación en los estratos 1, 2 y 3. El resto de estratos vota, pero no en la misma medida.
Llama la atención que en los estratos 4 y 5, la participación es diferente al estrato 6. ¿Qué factores inciden? Hay un peso grande en lo que son las estructuras electorales en lo local, que normalmente tienen un elector fidelizado y estas estructuras tienen una logística que va desde la inscripción de la cédula hasta el día de la votación, donde se consolida, se registra y se organiza el número de votantes, se divide por zonas, se traslada y se hace una validación del número de votos para hacer un balance al final.