'¿Qué pasó en la Costa?'. Esa fue la pregunta que Alfonso López Michelsen les hizo a sus colaboradores más cercanos cuando en 1982 fue derrotado por el candidato conservador a la Presidencia, Belisario Betancur. López esperaba una votación masiva en la Región Caribe, luego de que los 'caciques liberales' de la Costa habían alcanzado un triunfo arrollador meses atrás en las elecciones parlamentarias.
La misma historia se repitió ayer, pero con otros protagonistas. El presidente Juan Manuel Santos, después de haber ganado la segunda vuelta presidencial de forma contundente ante su adversario Oscar Iván Zuluaga en 2014, pensó que la Costa lo volvería a respaldar votando masivamente Sí el Plebiscito por la Paz.
Pero no ocurrió así: El Sí ganó en la Región Caribe, pero no obtuvo los votos suficientes que le permitieron marcar una gran diferencia con sus opositores, como sí sucedió con el triunfo del No en Antioquia y Santander, donde la oposición ganó por amplio margen a los promotores del Sí.
La contienda plebiscitaria quedó planteada desde el comienzo como un enfrentamiento entre el presidente Juan Manuel Santos y el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Y en ese sentido, el jefe del Centro Democrático fue el gran ganador de la jornada electoral de ayer, mientras que el gran perdedor fue el Presidente de la República, quien se jugó su suerte política en la negociación de La Habana y luego en la refrendación del Acuerdo Final. ¿Quiénes ganaron y quienes perdieron ayer?
Ganadores
Álvaro Uribe Vélez: contra todos los pronósticos el expresidente derrotó a la gran alianza creada alrededor de los acuerdos de La Habana. Uribe derrotó a la Unidad Nacional, conformada por la coalición oficialista, encabezada por su principal enemigo político, su ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos.
Andrés Pastrana: el ex presidente conservador le ganó a Santos y también derrotó a su propio partido, que en cabeza de su presidente, David Barguil, decidió apoyar al Sí. Pastrana se sumó a la causa uribista –con quien en el pasado reciente no tuvo buenas relaciones- y asumió la bandera del No.
El registrador, Juan Carlos Galindo: la Registraduría Nacional entregó los resultados finales del Plebiscito en tiempo record, hasta el punto de que antes de las 7 de la noche ya habían sido escrutadas más del 95 por ciento de la mesas. Luego de recibir más de 11 millones de ataques cibernéticos en los últimos días, la solidez del organismo estaba siendo cuestionada, pero su eficiencia de ayer despejó cualquier duda sobre los resultados finales.
Alejandro Ordóñez, ex procurador general, le ganó el pulso al presidente Santos, aunque en esa batalla perdió su puesto como jefe del Ministerio Público. Ordóñez –como Uribe- fue visceral en su oposición a los acuerdos de La Habana
Perdedores
Juan Manuel Santos: siempre sostuvo que no tenía la obligación legal de convocar a un Plebiscito para refrendar el Acuerdo Final con las Farc, pero que cumpliría su promesa de campaña. El escenario de la derrota del Sí nunca estuvo en sus planes, aunque admitió que perder el Sí 'estaría en serias dificultades'. La derrota compromete su gobernabilidad y pone en peligro su agenda, especialmente la que tiene que ver con la Reforma Tributaria que debe ser presentada en el Congreso en las próximas semanas. Al hundirse el Sí en las urnas, el Premio Nobel de Paz —uno de sus grandes sueños— tampoco lo pudo concretar.
César Gaviria: el otro gran perdedor de la jornada de ayer. La forma visceral como asumió la jefatura del Sí terminó afectando su relación con altos funcionarios del Gobierno —como Germán Vargas Lleras— y ello se reflejó en el resultado final. Nombrar a Gaviria como jefe de debate del Sí fue un grave error de Santos. Gaviria terminó alejando a protagonistas claves, como el Vicepresidente de la República.
Políticos oficialistas de la Región Caribe: la masiva votación ofrecida por los amigos del Gobierno a favor del Sí nunca llegó. La culpa se la achacaron al huracán Matthew, pero lo cierto es que el Sí nunca despertó el fervor de los electores. Los políticos amigos del Gobierno –con contadas excepciones- no se comprometieron de lleno con el Sí, como sí ocurrió en la segunda vuelta presidencial. Aunque el Sí ganó en la Región Caribe, la abstención superior al 70 por ciento terminó comprometiendo la suerte del Sí.
Las firmas encuestadoras: nunca antes las encuestas habían estado tan erradas, pues en su gran mayoría todas ellas daban una diferencia superior a los 20 puntos. El triunfo del No es una bofetada a quienes desde las firmas encuestadoras aclimataron el triunfo del Sí. El triunfo del No es también una derrota a las firmas encuestadoras.