El decreto presidencial que le otorga a los 266 congresistas una prima especial de servicios, cada mes, de 7.898.445 pesos despertó la indignación de la mayoría de colombianos contra el Congreso y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
A través de redes sociales las críticas contra la decisión presidencial no se hicieron esperar. Por ejemplo, la cuenta de twitter @elheraldoco registró varios comentarios en contra del polémico decreto.
'Es lo peor, no se justifica semejante desigualdad ante los ciudadanos que sí se rompen el hombro a diario por un mísero salario', escribió @fedinos .
Así mismo, @oskrgc escribió: 'Eso no entra en discusión para el aumento, pero el salario del pobre pueblo lo miden con la inflación y otras excusas'.
'En su afán reeleccionista el presidente Santos intenta mantener su ‘Unidad Nacional’ contenta', señaló @illidge10, entre muchos mensajes de Twitter recibidos de lectores de EL HERALDO.
A su turno, el Partido del Tomate convocó a un cacerolazo anoche en la Plaza de Bolívar a través de su cuenta de twitter @tomatepartido y con el hashtag #CacerolazoAlCongreso.
En medio del cúmulo de críticas, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, le salió al paso al debate y dijo que la decisión presidencial 'demuestra la firmeza del Gobierno que no actúa con base en las tendencias de las redes sociales'.
'El problema no era el Congreso, el problema era la función pública y lo responsable era mantener los sueldos (...) lo más fácil habría sido ejecutar la sentencia y bajar los salarios', afirmó Cárdenas haciendo alusión al fallo de este año del Consejo de Estado y que se empezó a aplicar en septiembre, en el que eliminó dos primas que recibían los congresistas: de localización y de salud.
Agregó el funcionario del Palacio de Nariño que con la determinación del Gobierno se evita que se reduzcan los salarios de unos 1.900 funcionarios públicos, que calculan su sueldo con el de los congresistas y que demandarían 'al Estado' al vulnerárseles 'un derecho adquirido'.
'Quedamos como el que se inventó un decreto para incrementar los salarios, pero eso no es cierto. Generamos una solución a las sentencias del Consejo de Estado cuyas implicaciones no se midieron y al Ejecutivo le tocó echarse el agua sucia', insistió Cárdenas.
Aurelio Iragorri, ministro del Interior, aseveró que 'hay una norma, un principio del derecho que habla de los derechos adquiridos' y por otro lado hay otra que afirma que 'a ningún funcionario público o privado se le puede reducir el salario' entonces el Gobierno quedó con el problema que se corrigió con el decreto firmado por el presidente Santos.
Fiscalmente la directora del Departamento Administrativo de la Función Pública, Elizabeth González, aseguró que los pagos a los congresistas están asegurados y no demandarán nuevos recursos del presupuesto general. Esto, en resumidas cuentas quiere decir que la prima especial de servicios le será pagada a representantes y senadores al final del presente mes.
Los que no quieren la prima. El representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, fue el primer congresista que públicamente se negó a recibir la prima ofrecida por el Gobierno.
'Si no se acepta mi devolución de dineros de prima para congresistas, solicito que alguna entidad independiente supervise la donación que haré' dijo en un ‘trino’ el líder político de izquierda.
Más tarde se sumaron a la iniciativa de Cepeda los congresistas Juan Lozano, partido de la U; Ángela Robledo, partido Verde; y Camilo Romero del Polo.
El senador Lozano, quien ha mantenido una posición crítica frente al Gobierno de Santos y hace parte del partido que llevó al presidente al poder, dijo, también a través de Twitter, que no recibirá 'la prima especial que decretó el Gobierno' y proseguirá 'con plena independencia crítica y constructiva'.
En un tono más conciliatorio el presidente del Congreso Juan Fernando Cristo afirmó que 'el debate que debe hacerse no es si se mantiene el salario de los congresistas, que no ha aumentado nada, sino más bien si la estructura salarial de los altos funcionarios de Colombia es la que conviene o no'.
Por Alejandro Rosales