La tala o permanencia del árbol de caucho en la calle 22 con carrera 4 de Santa Marta, sitio donde se proyecta construir un centro comercial, concita la atención de autoridades, constructores y ciudadanos del común, que a través del diálogo buscan la mejor decisión. La suerte del frondoso arbusto se definirá este lunes.
Una reunión realizada en la noche del jueves en el predio donde se levantará la obra dejó en evidencia la clara y expresa manifestación de los actores, de que no hay intención de hacerle daño al palo y que solo se hará lo que esté acorde con la exigencia ambiental
Si bien la firma constructora propuso como medida compensatoria a la exigida por el Dadma la siembra 250 árboles nativos, es decir, 100 más a la norma, no se encierran en su intención y escuchan otras ideas, una de ellas la de que el árbol quede incluido en el diseño arquitectónico del centro comercial.
Andrés Arango, vocero de la firma a cuyo cargo está la construcción del centro de compras con razón social Gran Bazar Santa Marta, recalcó que acatan las normas vigentes y que son respetuosos del ambiente. Igualmente aportaron un estudio de la universidad Antonio Nariño de cinco árboles urbanos que causan daños. También se estudia con una empresa bogotana el posible traslado del caucho.