El Secretario de Estado, Marco Rubio, llamó a consultas a Washington a John T. McNamara, encargado de Negocios interino de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, para consultas urgentes “tras declaraciones infundadas y reprensibles de los más altos niveles del Gobierno de Colombia”.
De acuerdo con lo expresado en una misiva, Washington está adoptando “otras medidas para dejar clara nuestra profunda preocupación por el estado actual de nuestra relación bilateral”.
Sin embargo, el Gobierno norteamericano aclaró: “A pesar de las diferencias políticas con el gobierno actual, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial. Nos comprometemos a una estrecha cooperación en diversas prioridades compartidas, como la seguridad y la estabilidad regionales, y seguimos comprometidos con los esfuerzos que mejoran la vida de estadounidenses y colombianos por igual”.
El pasado miércoles el presidente Gustavo Petro afirmó que hay un golpe de Estado en su contra y que Estados Unidos debe investigar los contactos de su excanciller Álvaro Leyva con círculos republicanos de ese país para sacarlo del poder.
«Hay un golpe en fragrancia (sic) y hay que investigarlo y solicitarle a la justicia de los EEUU que investigue», manifestó Petro en una extensa publicación en su cuenta de X.
Petro, que asumió la Presidencia en 2022, ha denunciado en varias ocasiones supuestos atentados en su contra, y esta vez agregó: «La veces que me han querido matar me ha ayudado el gobierno anterior de los EE.UU.», en referencia al del demócrata Joe Biden.
El mandatario vincula la supuesta conspiración de Leyva con una serie de acontecimientos del país, como la investigación de los gastos de su campaña electoral, el proceso judicial por enriquecimiento ilícito contra su hijo Nicolás Petro Burgos, los ataques guerrilleros y de las mafias del narcotráfico en el suroeste, la oposición en el Congreso a sus reformas y hasta el asesinato en 2022 en Colombia del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.