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El Ministerio de Salud, con el aval de Asociación Colombiana de Infectología, Acin, autorizó el pasado lunes el uso de la cloroquina e hidroxicloroquina ante la posibilidad de que el personal médico considere su uso para el tratamiento del coronavirus.

'A estos medicamentos, que son fármacos antimaláricos, antiinflamatorios e inhibitorios de procesamiento antigénico indicados en enfermedades como artritis reumatoidea y lupus eritematos, se les ha documentado actividad In vitro contra Sars-CoV-2, con evidencia científica débil a favor', se lee en el comunicado.

Al respecto, el viceministro de Salud, Luis Alexánder Moscoso, precisó que 'algunos estudios clínicos dicen que el uso de la hidroxicloroquina y cloroquina, pueden ayudar en el tratamiento de la enfermedad de coronavirus'.

Agregó el exsecretario de Salud de Barranquilla que para este veredicto se consultó con las sociedades científicas, en donde se encontró que si bien el nivel de positividad es bajo, sí hay una recomendación para su uso.

No obstante, el Ministerio hizo una serie de clariudades.

La primera es que la evidencia para el uso de los medicamentos no es lo suficientemente fuerte ni clara, pero es algo esperado en el marco de una contingencia por lo cual, si el médico tratante considera su uso, se debe llegar a consenso al interior de la institución tratante y armonizarse con las recomendaciones de sociedades científicas nacionales.

Otra es que en la relación con la resolución 3912 de 2019 la en su sección B tanto la cloroquina (difosfato o sulfato) código ATC P01 BA01 como la hidroxicloroquina con código ATC P01BA02, son medicamentos de uso en salud pública, específicamente para el tratamiento de la malaria a ser financiado por la UPC. Su uso con otra indicación no está financiada por la UPC y debe ser solicitada por MIPRES. La oferta en el mercado puede ser consultada a través del INVIMA.

Además, recientemente se ha utilizado la hidroxicloroquina en combinación con azitromicina en COVID-19 (estudio de Gautret et al), pero solo se evaluó negativización de la presencia viral, mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y no la respuesta clínica. En el estudio citado, pudieron mostrarse los beneficios comentados, sin embargo, la asociación hidroxicloroquina/azitromicina puede prolongar el QT y dicho riesgo no se ha evaluado concretamente. La azitromicina es un antibiótico que tiene otras
indicaciones y no se recomienda su uso en este caso.

Así mismo, los estudios de cloroquina se han realizado in vitro y hay información escasa en humanos.

También, la prescripción de medicamentos para Covid-19 debe realizarse bajo indicaciones médicas muy precisas y no debe usarse en profilaxis. Sin embargo, existen estudios de investigación en curso para establecer su rol de profilaxis en los trabajadores de la salud.

De igual forma, se deben evaluar los efectos adversos de la cloroquina, principalmente la prolongación del QT y la hipotensión secundaria (generalmente más severos
que los producidos por hidroxicloroquina).

Y, finalmente, se lee que la malaria es un problema a nivel nacional y la compra de medicamentos se realiza con proyecciones anuales para un cierto número de pacientes, los cuales siguen necesitando el tratamiento a pesar de la contingencia actual, por lo cual este medicamento que se encuentra en las DTS, tiene esta destinación específica y no puede ser por el momento utilizado para el tratamiento de pacientes con COVID – 19.