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Aún quedan dudas de la trayectoria de las balas que impactaron el 30 de abril de 1984 al exministro Rodrigo Lara Bonilla. Por eso, este martes, un fiscal de la Dirección de Análisis y Contextos de la Fiscalía ordenó la exhumación del cuerpo del dirigente político, asesinado hace 32 años en Bogotá.

El ente acusador busca hallar a los verdaderos responsables del crimen y confirmar si hubo participación de agentes del Estado. Esta exhumación del cuerpo se llevará a cabo en Neiva.

La principal hipótesis que maneja la Fiscalía General de la Nación sobre el asesinato es la venganza entre los cárteles del narcotráfico liderados por el extinto capo del cártel de Medellín Pablo Escobar.

Lara Bonilla fue asesinado en el norte de Bogotá cuando iba rumbo a su residencia y fue alcanzado por dos sicarios que se transportaban en una motocicleta. Uno de los asesinos fue capturado y el otro murió en la persecución policial.