El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, confirmó la primera muerte por la variante ómicron de coronavirus en ese territorio.
El Gobierno británico se centra en una carrera contrarreloj para dar la dosis de refuerzo contra la covid-19 a todos los adultos antes de 2022 frente al avance de la variante ómicron, presente en el 20% de las infecciones en ese país y en más del 44% de los casos de Londres.
El Ejecutivo se propone suministrar esa inyección extra a todos los mayores de 18 años —siempre que hayan pasado tres meses de la segunda dosis— antes de que termine este mes. Un reto ambicioso con el que confía en poner freno a la 'marea' de infecciones que se avecina.
El líder 'tory' ha rechazado la actual percepción de que produzca efectos menos graves que otras variantes.
'La idea de que es una versión más suave del virus es algo que debemos aparcar y reconocer la rapidez con la que se acelera (su propagación) entre la población. Lo mejor que podemos hacer es ponernos la dosis de refuerzo', dijo.
La 'demanda extremadamente alta' de vacunas de refuerzo ha provocado problemas técnicos en la web del NHS —servicio público sanitario—, donde se reservan las citaciones para ponerse la vacuna.
Pero hasta la fecha, el llamamiento urgente del Gobierno parece estar surtiendo efecto, a juzgar por las largas filas de personas que, pacientemente, esperaban su inyección.
En esta titánica operación se desplegarán 42 equipos militares para habilitar centros adicionales y unidades móviles con los que agilizar la operación.