Seis razones de la derrota de Colombia ante Japón

No se puede analizar la derrota de Colombia ante Japón sin mencionar el apocalipsis que encararon los nuestros en el génesis del partido. El penalti y la tarjeta roja de Carlos Sánchez en el amanecer del juego, oscureció demasiado el panorama. Generó confusiones, doble esfuerzo y sacrificios ofensivos para compensar las labores defensivas. Jugar con un gol en contra y un hombre menos casi todo el cotejo, se paga desde el punto de vista físico, como se reflejó en el segundo período, cuando los dirigidos por Pékerman, ya en el remate, vieron jugar a los nipones y no tuvieron reacción. El partido se puso cuesta arriba y se terminó notando la inferioridad numérica.

La situación adversa del comienzo del juego se engendra por sendas equivocaciones de los Sánchez. Dávinson pierde en la disputa de una pelota en la que tenía ventaja sobre el delantero que se la peleaba. Parpadeó y dio pie a una peligrosa acción ofensiva que terminó en la tonta mano de Carlos. Era mejor dejar seguir la bola. Si entraba, por lo menos se seguía con once jugadores. Pero su intento de ‘viveza’ salió mucho más caro. En el segundo gol hay un descuido en el juego aéreo.

Dávinson Sánchez, Johan Mojica, Jefferson Lerma y José Heriberto Izquierdo no estuvieron a la altura del primer desafío mundialista. Sánchez fue un mar de errores en el que Japón salía flote; Mojica intentaba salir por izquierda, pero siempre terminaba enredado; Lerma no pesó en la recuperación ni en la elaboración; Izquierdo estuvo lejos de ser el jugador veloz, encarador, picante y que tanto riesgo produce por el costado izquierdo.

La entrada de Wílmar Barrios estabilizó el mediocampo. El cartagenero llevó firmeza, orden y garra. Compartí su ingreso, lo que me sorprendió bastante fue la salida de Cuadrado. No veía correcto que Pékerman desechara a un hombre de su experiencia, dinámica y jerarquía por más que en algunas jugadas se excede y peca de individualista. Izquierdo no estaba brillando para mantenerlo a él por encima de Cuadrado. Luego le da entrada a a James Rodríguez (que al fin no sabemos cómo está en realidad, porque si terminó jugando es porque pudo iniciar el partido) y metió a Bacca en lugar de Izquierdo. ¿No era mejor en ese momento incluir a Muriel que suele jugar por la banda y posee mayor desequilibrio?

Colombia debutó en el Mundial sin su principal jugador. La calidad, experiencia y charreteras de James Rodríguez brindan mayores garantías de éxito. Su ausencia resiente la creación y ofensiva. Llama la atención que hubiese ingresado en el segundo tiempo y no desde el pitazo inicial. Su aparición permite sospechar y especular que Pékerman prefirió no ponerlo de titular y esperar que se recuperara mucho más de su molestia en el gemelo para los próximos partidos, pensando que podrían imponerse a Japón a pesar de su exclusión.

Japón supo aprovechar, a la larga, el hombre de más que tuvo. En el segundo tiempo salió mucho más decidido y preciso en su idea de apoderarse del balón y someter a Colombia. Tocó colectivamente y fabricó opciones de ataque hasta que consiguió el gol. Su gran mérito estuvo en no dar ventajas y explotar la del jugador adicional.