Los peruanos amanecieron este jueves con una inmensa sonrisa: su ídolo Paolo Guerrero irá al Mundial de Rusia, luego de que el Tribunal Federal suizo le concediera el 'efecto suspensivo' de su suspensión de 14 meses de forma provisional.
El capitán, que de niño dormía abrazado a un balón y recibía un chocolate de Gerd Müller por cada gol anotado, demostró una vez más que es un guerrero dentro y fuera de las canchas. Esta vez peleó en el área de las máximas instancias judiciales para que le suspendan un castigo que considera injusto.
'Estamos muy alegres, se ha hecho justicia', dijo emocionada una joven en frente de la casa de Petronila Gonzáles, madre del ‘Depredador’, de 34 años, que fue pieza fundamental para que Perú retornara a un Mundial tras 36 años de sequía.
Es el ídolo de niños que en las laderas de Lima tocan la pelota en canchas de fútbol polvorientas y sueñan ser cómo él. Guerrero tiene 33 goles en 87 partidos internacionales, figuraba en la lista preliminar de 25 jugadores para Rusia confeccionada por el seleccionador Ricardo Gareca y que la Federación Peruana había enviado a la Fifa.
El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) lo sancionó por 14 meses por dopaje, dejándolo fuera del mundial. La Fifa primero lo suspendió por una año, luego le redujo a seis meses, pero Guerrero y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) apelaron ante el TAS, que le amplió el castigo.
El capitán de la selección inca nunca se sintió derrotado, volvió a vestirse de guerrero, igual como cuando Perú iba perdiendo y arengaba a sus compañeros, se metió en el área rival y luchó en todas las instancias posibles hasta devolverle a los peruanos la alegría y él cumplir su sueño de niño: jugar en un Mundial con la camiseta peruana.





















