La policía japonesa decidió este martes intensificar su dispositivo de seguridad sobre la asociación de residentes coreanos de Japón ligada al régimen de Kim Jong-un, después de que Pyongyang anunciara la realización de la primera prueba con una bomba de hidrógeno.
Una presentadora de televisión dijo en un comunicado típicamente propagandista que el Norte había probado una bomba de hidrógeno 'en miniatura', elevando su 'poder nuclear a un nivel superior' y proporcionándole un arma para defenderse de Estados Unidos y de sus otros enemigos.
La declaración señaló que el ensayo fue un 'éxito perfecto', y el anuncio fue celebrado en las calles de Pyongyang.
El departamento de Policía Metropolitana de Tokio aumentará su dispositivo de seguridad en torno a la sede de 'Chongryon', ubicada en el céntrico distrito tokiota de Chiyoda, así como en otras instalaciones relacionadas con esta organización, según dijo un portavoz policial a la cadena estatal NHK.
'Chongryon' es una asociación de coreanos 'zainichi', aquellos cuya ascendencia llegó a Japón en la era del dominio colonial japonés sobre la península coreana (1910-1945), que mantiene lazos directos con el Gobierno de Pyongyang y es considerada una embajada 'de facto' del país comunista en el archipiélago.
La policía metropolitana mantiene de forma permanente un equipo especial de vigilancia en las citadas instalaciones, pero decidió aumentar este despliegue tras el anuncio sobre la prueba nuclear realizada.
Las autoridades niponas temen que se puedan producir ataques o protestas violentas en torno a las sedes de 'Chongryon', una asociación que ha sido duramente criticada en Japón en los últimos años por su apoyo a Pyongyang y su rol en los secuestros de japoneses por parte de Corea del Norte.
Esta prueba nuclear sería la primera realizada por el régimen de Pyongyang con un arma termonuclear, cuya detonación es mucho más poderosa que la de los dispositivos atómicos convencionales que ha utilizado Corea del Norte en sus tres pruebas anteriores de 2006, 2009 y 2013.
Antes del anuncio de la televisión norcoreana, centros sismológicos de Corea del Sur, EE.UU., China y Japón habían detectado un terremoto con una magnitud de entre 4,2 y 5,1 grados en la escala abierta de Richter en el noreste del país, cerca de la base de pruebas nucleares de Punggye-ri donde tuvieron lugar los anteriores ensayos atómicos.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ordenó al ejército que refuerce su posición de defensa coordinada con Estados Unidos y calificó la prueba nuclear de 'grave provocación' y de 'acto que amenaza nuestras vidas y futuro'.
En el pasado, Washington y expertos nucleares se mostraron escépticos por las afirmaciones norcoreanas sobre las bombas H, que son mucho más potentes y difíciles de fabricar que las atómicas. Sin embargo, si la prueba se confirma, sería considerada extremadamente preocupante y llevaría a una petición de nuevas sanciones más duras contra Corea del Norte en Naciones Unidas, que anunció de inmediato una reunión de emergencia de su Consejo de Seguridad para abordar el asunto. Esto también podría afectar a las ya frías relaciones entre Pyongyang y sus vecinos.
Los ensayos nucleares norcoreanos atraen la atención de todo el mundo porque se considera que cada nueva explosión acerca más a sus científicos e ingenieros a su objetivo de elaborar una bomba lo suficientemente pequeña como para entrar en un misil que podría llegar a territorio continental de Estados Unidos.