Hay incertidumbre en torno a la estrategia contra las drogas que ha venido implementando desde hace algunos meses la administración de Donald Trump con su despliegue militar en el Caribe y los ataques tanto en esa zona como en el Pacífico, los cuales ya dejan al menos 60 muertos. Esto porque ayer se cumplió el plazo legal bajo la Resolución de Poderes de Guerra —que exige que las operaciones militares iniciadas por el Ejecutivo sin aprobación del Congreso no se prolonguen más de 60 días— para que las fuerzas de Caribe y el Pacífico Oriental continúen operando sin una autorización legislativa.
Como se sabe el despliegue de las fuerzas estadounidenses comenzó en agosto con buques de guerra, un submarino nuclear, aviones de combate y aeronaves de reconocimiento, y la semana anterior se habría sumado el envío de un portaaviones.
La mencionada resolución, aprobada en 1973, limita el poder del presidente para enviar tropas al extranjero sin la autorización del Congreso, por lo que debe consultar previamente con el Legislativo el envío de tropas a una situación de hostilidad o inminente hostilidad. Si esto no llegara a suceder debe notificar en un plazo de 48 horas.
La situación en el Caribe
Debido a que el pasado 4 de septiembre, el presidente Donald Trump le notificó al Congreso sobre su primer ataque a una embarcación en el Caribe, asegurando que Estados Unidos se encuentra en un conflicto “no internacional” con los carteles de droga, el reloj comenzó a activarse a partir de ese momento, con lo cual exactamente hoy se cumplen los 60 días de plazo que dicta la norma.
De acuerdo con la resolución, si el Congreso no autoriza la continuación de las acciones militares y no considera que el despliegue sea justificado puede exigir la retirada de las tropas, otorgando 30 días adicionales para que ello se produzca.
¿Qué dice el Gobierno?
Aunque la administración Trump ya sabía que el cumplimiento de ese plazo se acercaba desistió de retirar su presencia militar en el Caribe. De hecho, Elliot Gaiser, jefe de la Oficina de Asesoría Legal de la Casa Blanca, señaló durante un encuentro con legisladores la semana pasada que el Gobierno no tendría planeado solicitar una extensión de esos 60 días, ni tampoco pedir autorización para continuar con la campaña que ha venido implementando.
The Washington Post consultó a funcionarios de la administración de Trump quienes indicaron que esta resolución solo entra en vigor cuando las tropas están en peligro, y a su juicio, este no es el caso porque “los ataques se llevan a cabo por vehículos aéreos no tripulados lanzados desde buques de guerra en aguas internacionales, a distancias demasiado grandes como para que las tripulaciones de los buques objetivo pongan en peligro al personal estadounidense”, señaló un funcionario.
Maduro, ¿con los días contados?
Entretanto, Trump dijo “no creer” que Estados Unidos vaya a una guerra con Venezuela, pero eludió confirmar o desmentir si su Gobierno tiene planes de ataque, tanto en una entrevista con CBS como en declaraciones a la prensa.
En una entrevista en el programa ’60 Minutes’ de CBS, fue consultado sobre si EE.UU. “va a la guerra con Venezuela”, Trump contestó: “Lo dudo. No lo creo. Pero nos han tratado muy mal”.
Además evitó dar respuestas concretas, aunque consultado por “si (el presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro tiene los días contados”, fue rápido: “Diría que sí, creo que sí”.


