
Víctimas de la violencia, recordadas en Sermón de las 7 palabras
En su intervención el Arzobispo de Barranquilla invitó a todos los fieles a ser solidarios frente a aquellas personas que sufren y tienen problemas.
Desde la cruz nos regalas la vida”. Con este mensaje la Arquidiócesis de Barranquilla dio inicio a los actos litúrgicos del Viernes Santo, el cual representa para la Iglesia Católica la entrega de Dios en la Cruz para la salvación de la vida humana.
Durante la celebración de la liturgia de la Santa Cruz el arzobispo de Barranquilla explicó a todos los fieles la importancia de contemplarla como gesto de adoración y agradecimiento ante el Señor por su sacrificio hacia nosotros.
“En la Cruz Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia”, expresó el Arzobispo de Barranquilla, Pablo Salas, durante la Acción Litúrgica de la Pasión del Señor en la Catedral Metropolitana María Reina. Acto seguido monseñor recordó el martirio de tantos inocentes que “hoy son víctimas indefensas y silenciosas de la violencia, el desplazamiento, la injusticia social, las migraciones, las crisis políticas y económicas”.
La Celebración Litúrgica de la Pasión del Señor es el acto con el que la Iglesia Católica revive la pasión y muerte de Jesús, es considerado un momento propicio de oración por todo el mundo, elevando suplicas especiales por el Papa, los sacerdotes, los judíos, los catecúmenos, los gobernantes, los ateos, los enfermos, las víctimas de la violencia, entre otros.
Al finalizar la liturgia se llevó a cabo la procesión del Santo Sepulcro, la Dolorosa y la Santa Cruz como actos solemnes del Viernes Santo. La procesión arrancó en la calle 53 con carrera 45 hasta la calle 56, donde cruzó a la derecha para llevar a cabo el encuentro con la Virgen en la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Luego continuó hasta la calle 53 donde retornaron a la Catedral.
Asimismo, en su Sermón de las 7 Palabras el Arzobispo insistió en el llamado a la solidaridad y ayuda hacía “las familias que se encuentran en dificultad”, argumentando que “Dios y la Iglesia no callan ante las injusticias del mundo”.
“Nosotros lloramos, sufrimos y exigimos justicia por quienes padecen cada día”. Con estas palabras monseñor reafirmó el llamado “a vivir como hermanos, en unión y en modo de encuentro” para que “de esta manera todos los creyentes permanezcan en solidaridad”.

“No hay cruz en la vida humana que el Señor no comparta con nosotros”, agregó el prelado.
Por otro lado y como es tradición durante el Viernes Santo entre los católicos, son muchos los fieles devotos de Jesús de Nazaret los que además de acompañar la procesión del Santo Sepulcro, realizan penitencias como forma de pagar ‘mandas’ ante peticiones que según explican Él les cumplió.
Este es el caso de Yasmelis Alvear Casas, una mujer que afirma: “hace cinco años Jesús de Nazaret me cambió la vida”, luego de que ella decidiera suicidarse durante un momento de extrema depresión.
“Yo estoy pagando esta ‘manda’ porque tenía problemas depresivos, no hallaba qué hacer y me quería quitar la vida, pero como siempre he sido devota de Jesús de Nazaret hablé con Él y le pedí que me quitara esos pensamientos. Mire, desde ese momento mi vida cambió y por eso haré esto hasta que muera”, explicó Alvear, ante la mirada atónita de muchas personas que veían como ella dejaba caer esperma caliente en sus dos piernas.
Otro caso es el de Daniela Castro, la cual asistió a la procesión con su hijo “para agradecerle” a Jesús de Nazaret por la vida del menor después de que los médicos le dijeran que estaba en grave peligro durante el embarazo.“Cuando me hice la primera ecografía me dijeron que él tenía como un soplo en el corazón y estaba en peligro, pero aquí está gracias al Señor vivo y sano”, explicó Castro con lágrimas de alegría.
Con amor, fe y entrega, asistieron los fieles a las diferentes parroquias de Barranquilla para contemplar los Lugares de Reserva de ‘Jesús hecho Eucaristía’.
Jorge Brieva, quien ha sido monaguillo, acolito y sacristán de la parroquia Nuestra Señora de las Nieves, afirma que “la Semana Santa es un momento muy especial para acercarse a Dios”.
Por su parte la señora Marta Rosa Toro, fiel asistente a la eucaristía de la parroquia San Rafael Arcángel, explica que para ella “la Semana Mayor es una oportunidad para tener un encuentro con Dios muy especial”.
En la Catedral Metropolitana María Reina de Barranquilla, se celebró el Jueves Santo con la presencia de Monseñor Pablo Salas. El arzobispo de Barranquilla inició la celebración recordando que Jesús lavó los pies de sus discípulos como ejemplo y llamado a una vida de servicio permanente.
Durante la liturgia, monseñor también envió un mensaje especial frente a la situación del país: “Ante la desesperanza y el profundo vacío ético y moral, que se expresa de tantas maneras y con consecuencias muy dolorosas, como la corrupción, la pérdida del respeto por la vida y la dignidad de las personas, hago un llamado a los gobernantes a amarrarse la toalla del servicio”.