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Música de Echeverría vuelve a encender velitas este diciembre

En los años 60, Adolfo Echeverría compuso ‘Las cuatro fiestas’ para ser interpretada por el Cuarteto del Mónaco durante las fiestas de fin de año. Hoy recordamos la historia detrás del tema.   

“Por aquí tengo una composición hecha especialmente para las fiestas de fin de año y el carnaval. Ese tema ojalá sirva para las fiestas y se los doy a ustedes para que lo graben”, le dijo Adolfo Echeverría al Cuarteto del Mónaco, que trabajaba los miércoles en una emisora, durante los años 60. Esa es la historia que cuenta Mariano Candela —en sus Tertulias musicales del Caribe colombiano (1998)— basado en el relato del fallecido Ángel Monsalvo, quien era guitarrista del que “era un cuarteto musical de cinco”.

Ahora, no hay Navidad en la que no suene en las emisoras, en los picós y en los equipos de sonido Las cuatro fiestas, del compositor nacido el 3 de septiembre de 1934, y que, recuerdan, andaba descalzo por las calles del barrio San Roque.

Narró Monsalvo en la publicación referida que “aprovechando la presencia del ‘Muñecón’ Alex Acosta, por invitación nuestra, incluimos saxofón y clarinete en la grabación”. Recordó también en una entrevista con el musicólogo Aníbal Cotes, que Elías Paz iba a cantar la canción, “pero por la voz tan bella que tenía la también docente Nury Borrás”, le dijo a Elías que era ella quien debía cantarla. En la Heladería Mónaco —que funcionó en la carrera 54 con calle 72, frente al hotel El Prado— actuaba el cuarteto conformado por sus amigos Monsalvo, guitarrisa y arreglista; Rafael Guardo, baterista; Eugenio ‘Ñeñe’ García, bajista, y Álex Acosta ‘Muñecón’, clarinetista.

Ellos conocieron a Borrás, a través de un programa de aficionados en La Voz de la Patria. ‘Estrellas y estrellados de la canción’, se llamaba. Ella ganó, recordó, y en 2011, su hija Omaira Pájaro Borrás. Contó que “una vez iba en un bus y sonaba la canción. Ella trató de esconderse, pero alguien la reconoció y dijo: ‘Esta es la mujer que canta esa canción’. Todos empezaron a saludarla y aplaudirla, hasta el chofer”. 

La intérprete de ‘Las cuatro fiestas’, Nury Borrás.

Cuenta Edwin Monsalvo, pianista e hijo del arreglista del cuarteto, que la grabación de la versión original “fue una odisea (...) mi papá me dijo que la hicieron en un estudio en la madrugada, en una sola toma. Acababan de salir de un toque y era la única oportunidad, pues el Muñeco tenía que regresarse a la mañana siguiente a Bogotá”. También afirma que Borrás grabó la voz después, “era una jovencita y sus padres eran muy estrictos con sus horarios”.   

Después de la grabación,  dice Candela, Echeverría tomó la cinta y la llevó a Discos Tropical y Discos Eva, pero “no le caminaron a eso”. Se preguntaban, ¿qué ritmo es ese? Sin embargo, la determinación del hombre que había decidido que no quería seguir siendo vendedor de ropa en 1961, año en el que cumplió 28 años, era respaldada por cerca de trescientas composiciones que había hecho para entonces –temas en los que pudieron, quizá, haber contribuido su inquietud temprana por la literatura y su participación sobresaliente en el coro del colegio Salesiano–. 

Con un pasaje solo de ida,  el joven Adolfo, de bigote y largas patillas, empacó su cinta y se fue a probar suerte en Medellín. Discos Victoria, “después de peros y reparos, también por lo del ritmo de Las cuatro fiestas”, acordaron grabar el tema en discos de 78 rpm —es un acrónimo para denominar al primer formato de discos de gramófono, que giraban a una velocidad uniforme de 78 revoluciones por minuto—, “con la condición de pagarle con discos y no con dinero”. Luego de la primera remesa, escribió Candela, “Echeverría se dedicó a distribuirlos en los almacenes y en las emisoras”.

Sobre el ritmo de la composición, Monsalvo aclaró: “Yo le puse ritmo de maestranza porque se me ocurrió (...) Se asemeja a un chandé por el golpe” (aire musical folclórico originario de la costa Atlántica colombiana). 

Homenaje 

Este miércoles se realizará en la Plaza de la Paz un homenaje a Echeverría, organizado por la coreógrafa Gloria Peña. A quien el creador musical le dedicó una canción que lleva su nombre. 

Hoy

Salud del compositor.  Echeverría, autor de más de 1.500 creaciones musicales que han puesto a bailar a más de una generación y que evocan nostalgia, cuenta su compañera Anastacia Arrieta, “está postrado en una cama, pero está con vida”. Afirmó en 2012 Arrieta que desde el año 90, cuando sufrió un infarto y le prohibieron los escenarios, “perdió el interés por la vida”. El maestro se infectó con una bacteria en el hospital y está intubado desde el 26 de junio. Además, padece de demencia senil y alzhéimer. 

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