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El centro de pensamiento económico Anif, se refirió a la aprobación del nuevo sistema pensional colombiano (Ley 2381 de 2024), en el que alertó sobre riesgos que atentan su sostenibilidad.

En ese sentido, Anif recordó que esta reforma busca corregir las deficiencias del sistema actual: baja cobertura (solo 3 de cada 10 adultos mayores acceden a pensión), fuerte inequidad (subsidios concentrados en el 40 % más rico de la población) y un alto costo fiscal (el gasto público en pensiones supera el 4 % del PIB).

Misma línea resaltan que el nuevo sistema se estructura en cuatro pilares: el Pilar Solidario, que otorga una renta básica a adultos mayores en situación de pobreza; el Pilar Semicontributivo, dirigido a personas que cotizaron entre 300 y 1.000 semanas y que no cumplen los requisitos para pensión; el Pilar Contributivo, que reparte las cotizaciones entre el régimen público (hasta 2,3 salarios mínimos) y el ahorro individual privado (por encima de ese umbral); y el Pilar Voluntario, que permite a los trabajadores complementar su pensión con ahorros adicionales.

Si bien el centro de pensamiento reconoce avances importantes en la reforma, como la inclusión de un componente solidario y la eliminación de la competencia entre regímenes, también advierte sobre varios riesgos.

Entre esos riesgos destacan que el Pilar Semicontributivo puede ofrecer rentas vitalicias más bajas que las del sistema actual.

“En particular, se estima que una mujer que haya cotizado 900 semanas desde los 20 años podría llegar a los 60 con un ahorro equivalente a $82,8 millones bajo el Pilar Semicontributivo, frente a $133,1 millones que habría acumulado en el régimen de ahorro individual-RAIS”, señala Anif.

Además, recalcaron que existe ambigüedad sobre el uso del Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo (FAPC), pues está contemplado que podría utilizarse para financiar el Pilar Semicontributivo o incluso el Régimen de Prima Media (RPM), agravando el problema que se buscaba resolver, al generar un nuevo déficit en lugar de eliminar el existente.

También les preocupa que el umbral de 2,3 salarios mínimos sigue generando subsidios a personas de altos ingresos.

“A esto se suma que parte de la población (quienes cotizaron menos de 300 semanas y no están en pobreza) quedaría desprotegida, ya que no podría acceder a la renta básica solidaria ni al Pilar Semicontributivo. Así mismo, preocupa que se introduzcan tratos diferenciales para grupos étnicos en términos de reducción de semanas y edad, sin una evaluación clara de sus implicaciones fiscales”, detallan desde Anif.

Finalmente, desde el centro de estudios económicos hacen un llamado a fortalecer el diseño técnico de la reforma, proteger los fondos de ahorro y definir reglas claras que garanticen un sistema pensional justo, universal y financieramente viable para todos los colombianos.