La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), a través de la Subdirección de Evaluación, creó el nuevo Grupo de Trabajo en Transición Energética Justa. Este grupo está enfocado en priorizar el análisis y trámite de los Estudios de Impacto Ambiental requeridos para la obtención de licencias ambientales de proyectos basados en fuentes no convencionales de energías renovables (Fncer), como parques solares y eólicos.
“La transición energética requiere una institucionalidad ágil, rigurosa y moderna. Esta autoridad ambiental es pionera en América Latina al incorporar herramientas como la inteligencia artificial para fortalecer la evaluación y el seguimiento ambiental. Además, respondiendo a la urgencia de atender nuestros compromisos en la lucha contra el cambio climático, hemos creado nuevos grupos de trabajo que se especialicen y agilicen la transición energética en el país”, afirmó la directora de la Anla, Irene Vélez.
Agregó que esta iniciativa se enmarca en la apuesta del actual gobierno por acelerar la penetración de energías renovables y avanzar hacia una matriz energética más limpia y diversificada.
“La creación del grupo también responde a la necesidad de superar cuellos de botella en los trámites, fortalecer el diálogo con empresas y comunidades, y mejorar los tiempos de respuesta sin comprometer la calidad técnica ni los estándares de evaluación”, sostuvo.
Resaltó que esta medida no implica nuevos cargos ni un aumento en la planta de personal, sino una reorganización interna que enfoca esfuerzos técnicos y administrativos en los procesos más estratégicos para el país.
La Anla también anunció la creación de un nuevo grupo de inteligencia artificial, adscrito a la Oficina de Tecnologías de la Información. Este grupo tiene como misión sistematizar y optimizar los instrumentos y procesos de control ambiental, asegurando que el uso de inteligencia artificial se alinee con los objetivos de eficiencia, transparencia y sostenibilidad.
Asimismo, se anunció la transformación del antiguo Grupo de Hidrocarburos, que ahora se denominará Grupo de Hidrocarburos y Energías del Subsuelo, ampliando su alcance técnico para incluir nuevas fuentes como el hidrógeno y la geotermia, en línea con los desafíos y oportunidades del nuevo panorama energético.