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La creación de un impuesto nacional al consumo de bebidas azucaradas y productos comestibles ultraprocesados y con alto contenido de azúcares añadidos contemplada en la reforma tributaria se ha intentado aplicar en otras ocasiones sin mucho éxito.

Si bien la intención de esta iniciativa es promover la adopción de hábitos de vida saludables entre la población, más allá de recaudar un impuesto, se han presentado cuestionamientos por su aplicación en un contexto de elevada inflación.

'Esto no es para generar plata, el mejor recaudo de ese impuesto es cero, que la gente no consuma estos productos y que cambie sus patrones de consumo y las empresas comiencen a cambiar sus productos', dijo el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

La firma Posse Herrera Ruiz explica que la tarifa del impuesto será de $18 si el contenido de azúcar por cada 100 ml de bebidas está entre 4 a 8 gramos, si es mayor o igual a 8 gramos será de $35.