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“Sigo siendo el mismo muchacho tranquilo”: Luis Patiño

El derecho se convirtió en el primer pitcher barranquillero en las Grandes Ligas. Ahora quiere brillar con la novena californiana.

El recorrido de Luis Patiño, desde los diamantes del Atlántico hasta el Petco Park, estadio de los Padres de San Diego, fue vertiginoso.

Un texto de 600 páginas no alcanzaría para explicar los sacrificios que hace un joven para perseguir sus sueños como deportista profesional.

Si bien la velocidad con la que ascendió el barranquillero a través de los diferentes niveles en la organización de los Padres fue rápida, el esfuerzo, empeño y dedicación que el currambero implementó en su carrera merecen un análisis aparte.

Con 17 años, Luis Fernando rompió el cascarón y voló lejos del nido de papá y mamá con destino a la República Dominicana, el primer punto para alcanzar su quimera: las Grandes Ligas.

Tres calendarios después, Quisqueya estaba en el olvido y Patiño, con 20 años, estaba a un paso de lograr el sueño que se propuso a temprana edad.

Como estrella fugaz, dejó una estela imposible de ignorar para cada uno de los scouts, mánagers y directivos de la novena californiana. El barranquillero superó varias categorías en Ligas Menores de los Padres y solo le faltaba destacarse en Triple A, el último escalón antes de la MLB.

Con porcentajes de carreras microscópicos en cada nivel en el que jugó, Patiño puso a pensar cada vez más a la gerencia sobre dónde debían ubicarlo en el 2020. Con la aparición de la Covid-19, y la cancelación de las Ligas Menores en Estados Unidos, los Padres no iban a desperdiciar durante un año al tercer mejor prospecto de la franquicia. La llamada llegó.

En tres años, Luis logró lo que en promedio a un pelotero, que debuta en la Gran Carpa, le cuesta seis vueltas al sol.

Patiño se estrenó en las Grandes Ligas y se convirtió en el primer lanzador barranquillero en disputar un juego en Las Mayores.

El derecho, caracterizado por una flamante bola rápida que combina con una slider con mucho movimiento, estuvo en once juegos, con una apertura, durante su primera campaña. El serpentinero lanzó 17 entradas y un tercio, en las que permitió 18 imparables, diez carreras, otorgó 14 boletos y ponchó a 21 bateadores.

Además, el joven de 1.83 metros de estatura y 87 kilogramos de peso, tuvo el privilegio de poner su nombre en los playoffs. En tres juegos, recibió una carrera y dejó una efectividad de 3.38.

Después de todo ese camino, y ya en Barranquilla descansando tras su temporada de novato, Patiño charló con EL HERALDO e hizo un recuento de todo ese viaje de emociones que vivió en una campaña que, además de recordarla por la Covid-19, la tendrá presente como el año en que pisó, por primera vez, un montículo de la Major League Baseball.

P.

¿Qué balance hace de la temporada que pasó?

R.

Para mí fue una temporada de aprendizaje.  Aprendí a ser un mejor lanzador, a tener un poco más de madurez. Ahora, todo lo que me enseñaron debo aplicarlo, ya sean falencias en mi mecánica o en mis lanzamientos. Pulir esas cosas para estar mejor en el 2021. 

P.

¿Cómo fueron los minutos antes del debut? ¿Cuándo supo que debutaría?

R.

De ansiedad. Quería hacer las cosas bien, la verdad tuve muchos sentimientos encontrados. Nervios, felicidad, todo (risas). Lo ‘bacano’ fue que pude debutar. Yo, un día antes del juego, supe que debutaría. Los dirigentes tuvieron una reunión conmigo y me dieron la noticia. Desde ahí, se me pasó todo por la mente, todos los sacrificios y los momentos bonitos para conseguir lo que siempre quise. 

P.

¿Qué pensó cuando estaba en el montículo enfrentando a los primeros grandesligas?

R.

Lo que más pensé fue en sacar los ‘outs’ lo más rápido posible. Demostrarle al equipo que estaba listo, que podía ayudarlos a llegar a playoffs y que vieras mis ganas de hacer las cosas de la manera correcta. 

P.

¿Algún consejo de las estrellas con las que comparte equipo tras el debut?

R.

Todos me apoyaron. Los veteranos de más de diez años en las Grandes Ligas estuvieron ahí dándome su apoyo verbal. Fue un aliento muy gratificante. Espero estar muchos años con ellos.

P.

¿Cómo cambió el día a día de Luis Patiño desde que hace parte del equipo grande de San Diego Padres?

R.

No ha cambiado nada. Sigo siendo una persona de bajo perfil, nada de alardeos, manejo mi grupo de amigos de forma tranquila. A mí me gusta salir a comer, estar sentado tranquilo y siempre siento que eso es lo más ‘bacano’. Me  aconsejan mucho mis compañeros que maneje las cosas tranquilamente. 

P.

¿Qué tal la llegada a Barranquilla? ¿Cómo se ha sentido?

R.

Es hermoso volver a casa. Me sentí hasta nervioso cuando llegué. Todo ha estado bien compartiendo con mi familia, aprovechando el tiempo. Sentir a la familia es importante y disfrutar lo que queda del año, esperando que las cosas mejoren.  

P.

En su debut en postemporada tuvo momentos cumbres, como cuando Manny Machado lo apoyó en el montículo para conseguir un out vital. ¿Qué le dijo en ese momento?

R.

Ese momento quedó marcado en mi corazón. Tengo tanto que decir al respecto de Manny. Machado es un ejemplo a seguir, me ha ayudado demasiado, sobre todo cuando subí a Grandes Ligas. Es una persona muy alegre, nos motiva. En cada juego siempre tuve su apoyo. Esta entrevista no alcanzaría para decir todo lo que me ha ayudado. 

P.

¿Se ha sentido bien como relevista o prefiere abrir?

R.

 A mí el rol de abridor siempre me ha encantado. Pero bueno, este año se me dio la oportunidad de relevar y la verdad al principio me sentí un poco raro al comienzo pero luego empecé a sentirme más cómodo con el paso de los juegos. Ahora, creo que puedo ser ambas cosas y ayudar al equipo de las dos maneras. Me voy a preparar para el rol que ellos necesiten de mí el próximo año en el equipo. 

P.

¿En qué puede mejorar Luis Patiño de aquí en adelante para brillar más en la lomita?

R.

Debo manejar un poco más la confianza y trabajar en mi mecánica. Debo ser también más consistente porque es algo que yo en los últimos años he manejado bien. También este año fue un poco raro pero ese tipo de cosas con trabajo se pueden mejorar. poniéndole una actitud adecuada las cosas saldrán bien. Quiero prepararme para el 2021 y llegar con una categoría de gran nivel para enfrentarme a esos grandes jugadores de Las Mayores. 

P.

¿Qué espera de la temporada 2021, cuando no haya nóminas tan amplias, más juegos y no existan, quizás, tantas transacciones de jugadores? ¿Espera iniciar en el roster de 26?

R.

Hay que luchar por el puesto. Sé que no será un roster tan amplio como el de este año. Las cosas están para hacerse, para trabajar y mejorar. En el 2021 iré al Campamento de Entrenamiento con el objetivo de demostrarle al equipo que mejoré y que estoy listo para aportar este año. Además, que crecí como jugador y como persona, que es algo importante.

Al final de la entrevista, cuando todo estaba consumado, Luis Fernando, recordando la travesía que lo llevó a tomar un avión en 2017, de Barranquilla a República Dominicana, quiso mandar un mensaje a todos los jóvenes que día a día trabajan por sus sueños ya sean en el béisbol o en cualquier ámbito de la vida.

“Es gratificante todo lo que he vivido. Espero que de alguna forma mi ejemplo pueda ayudar a los niños y jóvenes que vean, lean o escuchen mis palabras. Les digo que sigan confiando en su talento, sigan confiando en Dios y trabajen duro y de manera disciplinada para que puedan lograr las cosas que se proponen”, sentenció el pelotero, que un día lo soñó y con esmero lo logró.

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