Compartir:

Imponente. Esa es la palabra que describe a la perfección al estadio Joaquín Américo Guimaraes, mejor conocido como Arena da Baixada de Curitiba, sede del encuentro de vuelta de la final de la Copa Sudamericana 2018 entre Junior y el Atlético Paranaense.

El escenario, que fue remodelado para el Mundial de Brasil 2014 y sirvió como sede de tres juegos de esa cita mundialista, se levanta en una zona exclusiva de Curitiba, rodeado de un hermoso parque, que sirve para la práctica del deporte urbano.

El Arena da Baixada, con capacidad para 42 mil espectadores, se ve monumental desde sus tribunas. Tiene un estilo europeo que lo hace ver moderno, estético y espectacular, acompañado de un gramado sintético con aspecto natural en perfectas condiciones, que puede ser complejo para los visitantes de entrada, pero que termina siendo cómodo para jugar al fútbol cuando se adaptan a sus particulares características.