Martín Arzuaga fue de los pocos jugadores del Junior que estaban en el lobby del hotel en la concentración del equipo rojiblanco en Medellín. Arzuaga, como todos los integrantes de la plantilla rojiblanca estaba triste, el sabor amargo por no haber conseguido la octava estrella lo pasó comiéndose una manzana verde.
El Toro ni siquiera estuvo en el banco de suplentes del Junior. Valora el esfuerzo que hicieron todos sus compañeros en el terreno de juego. No critica a nadie, cree que estas son cosas del fútbol y que hay que saber sobreponerse. 'Qué puede uno reprocharle a un compañero si ellos entregaron todo, 93 minutos siendo campeones. No encuentra uno ni explicación ni palabras, porque la verdad que el funcionamiento, a pesar de las lesiones, se mantuvo, con la misma idea táctica. En la jugada del gol hubo alguna pequeña distracción que nos costó, pero ya la cuestión de los penales es otra cosa', aseguró el atacante de Becerril.
Con mesura, Martín se refiere a la decisión que tomó Julio Comesaña de ni siquiera tenerlo en el banco de suplentes. Acepta las decisiones del técnico, pero deja claro que ese tipo de partidos son en los que quiere estar. 'Eso es una pregunta que uno se hace, si uno hubiese estado. Como dicen por ahí, los mejores son los que no están cuando hay un resultado adverso y bueno, siempre uno quiere estar y más en estos partidos', agregó el atacante.
El deseo de Martín es seguir en Junior, tiene contrato vigente y cree que hizo méritos para seguir siendo parte del cuadro barranquillero. No dio mayores detalles de su futuro, pero anhela seguir, de no ser así buscará nuevos aires. 'Tengo contrato con Junior, pero ahora no quiero hablar de ese tema, esperemos para ver qué pasa', sentenció el delantero. Martín Arzuaga no pierde la esperanza y cree que muy pronto Junior volverá a degustar las mieles de la victoria.