El Heraldo
Luis Díaz apareció por primera vez en EL HERALDO el 7 de enero de 2009, cuando era figura del equipo del Cerrejón en el Torneo Asefal.
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La historia de la llegada de Luis Díaz a Junior

El guajiro elude rivales, anota golazos y moja prensa desde que era un niño. En el club vieron con desconfianza su flaca figura hasta que jugó.

Los técnicos de las divisiones menores de Junior son de los pocos que no están sorprendidos con el momento de Luis Díaz. Melquisedec Navarro y Fernel Díaz, dos de los entrenadores rojiblancos que hicieron parte del proceso de formación deportiva del guajiro, lo vieron protagonizar toda clase de gambetas, amagues, pases y golazos en su etapa como canterano entre 2015 y 2017, año en que debutó con la camiseta rojiblanca después de acumular partidos profesionales en el Barranquilla FC. 

Por eso no se asombran y aseguran que se puede esperar muchísimo más de él. “Ese ‘pelao’ no tiene techo. A mí no me sorprende. Lo van a ver, posee una inventiva, una fantasía, una magia… es un flaco con fuerza, con dribling, es sin igual. ¡Y lo que falta!”, expresa Navarro sin titubeos, con plena convicción en lo que dice.

“Uno no se sorprende porque acá marcaba mucha diferencia. Hacía goles como el que anotó a Perú, y gambeteando a dos, tres, cuatro y hasta cinco jugadores”, recuerda el profesor Fernel, actual director de las Divisiones Menores.

Y mucho antes de que se vinculara a la escuadra tiburona, Díaz evidenciaba la calidad que brotaba de sus guayos. El 6 de enero de 2009, en el estadio Metropolitano, con quien escribe a un lado de la cancha cubriendo el Torneo Asefal, el flaco protagonizó una jugadota y un golazo que dieron pie a su primera aparición en EL HERALDO. 

‘Luchito anotó tremendo golazo’, se tituló la nota publicada al día siguiente en la primera página de la sección de deportes. Un relato de la forma en que la magia de Díaz desapareció obstáculos y puso el balón en el fondo de la red para darle la victoria 1-0 a Cerrejón, equipo dirigido por  Arnoldo Iguarán y Óscar García, sobre Neogranadinos (ver facsímil).

De la mano de esa leyenda del fútbol guajiro, ‘Luchito’, a pocos días de cumplir 12 años, exhibió su repertorio futbolístico en el gramado del ‘Metro’. Ese estilo técnico y habilidoso se empezó a forjar de la mano de su padre Luis Manuel Díaz, quien conducía el ‘Club Bayer’.

Jugando con su viejo e imitando las jugadas que veía en televisión a Ronaldinho y a otras grandes figuras del balompié mundial, empezó a crecer y a representar a Barrancas, La Guajira, su pueblo natal, en cualquier torneo al que lo llevaban como refuerzo de diversos clubes, entre esos los del Cerrejón en el Torneo Asefal.

Su llegada a Junior se produjo exactamente el 23 de enero de 2015, cuando un tío  —hermano del señor Luis Manuel Jiménez— lo llevó a una de las veedurías que suelen hacer anualmente en el cuadro rojiblanco.

Entre los cerca de 800 muchachos que se presentaron a la convocatoria abierta, el chico tímido y escuálido llamó la intención de inmediato. Juan Carlos Cantillo, veedor rojiblanco en ese entonces, fue el primero en alertar del potencial de Díaz. “En la cancha de Cantillo hay un flaco que juega full”, se corrió la voz.

Quienes solo habían visto su figura endeble y desgarbada, dudaron. “Cuando lo vimos de entrada no ‘vendía’ por su físico, pero apenas entró a la cancha descrestó a todos”, recuerda Fernel Díaz.

“No faltó el de nosotros que dijera: lo veo muy flaquito. Pero fue pasando filtros. Físicamente no decía nada, pero su talento era enorme, convenció a todos con eso”, recuerda Melquisedec, quien se convirtió en un respaldo deportivo y económico para Lucho.

“Vivía con un tío en el barrio Las Nieves. Yo lo ayudaba con los pasajes y los almuerzos, le pagaba el colegio (terminó undécimo grado en Barranquilla). Siempre fue tímido, no se quejaba por nada ni pedía nada. Uno se daba cuenta que tenía inconvenientes, esa es nuestra labor, todos los entrenadores de Junior tuvieron algo que ver con él”, comenta Navarro.

“A él y a los papás les daba un poco de pena conmigo, pero yo les decía: ‘tranquilos, no habrá con qué pagar a Lucho, ustedes van a conocer a Europa, él es muy talentoso’. Y tiene una humildad tremenda”, recuerda el sabanalarguero, ex jugador del Sporting y Unión Magdalena.

“Y sigue igual, no ha cambiado. Cumplí años el 7 de julio y el ‘man’ me llamó y me mandó un video de felicitación con mensajes de Cuadrado y Mina. No se olvida de que uno tuvo que ver con su formación”, agregó.

Luis Díaz en su primer año en el Barranquilla FC.

DECISIONES CRUCIALES

Junior no tenía categoría nacional para Luis Díaz. No alcanzaba ya para el equipo sub-17 y se encontraba en desventaja con otros jugadores de más experiencia para el conjunto sub-20, por eso el club formó un equipo sub-18 y lo inscribió en la Liga. “No podíamos dejar ese talento sin competencia”, apuntó Navarro.

En ese 2015, Díaz la rompió en el torneo local y fue llamado a la selección Colombia indígena, dirigida por Carlos ‘el Pibe’ Valderrama y John Jairo ‘el Pocillo’ Díaz, para la Copa Americana de los Pueblos Indígenas, en Chile. Antes viajar a territorio austral, Junior le firmó su primer contrato.

“Yo recomendé que lo firmaran porque si alguien lo veía jugar en Chile, nos lo quitaban porque jugaba demasiado”, dice Melquicedec Navarro.   

Hubo otra decisión del cuerpo técnico de las divisiones menores que favoreció a Díaz. Cuando Alexis Mendoza mostró interés en contar con sus servicios y lo llevó al Junior de primera en 2016, Octavio Rivera, director de las inferiores rojiblancas en ese entonces, y Arturo Reyes, entrenador del Barranquilla FC, intercedieron y recomendaron que era mejor inscribirlo en el equipo de la B para que tuviera roce profesional y llegara mucho mejor al equipo tiburón.  

Mendoza avaló la determinación y al año siguiente, ya con Julio Comesaña de timonel, Díaz debutó con la rojiblanca (el 6 de julio en Manizales, en la victoria 1-0 ante Once Caldas) y  empezó a mostrar esa calidad y categoría de la que ahora está hablando todo el mundo, pero ‘Luchito’, en Barrancas, en el Asefal, en la Liga del Atlántico, en los torneos nacionales sub-20, en la selección indígena, en la Primera B, en la Liga, en Portugal, en la Copa América, en el Barranquilla FC, en Junior, en el Porto, su actual equipo, y en todos lados, siempre ha sido figura.

Fernel Díaz y Melquisedec Navarro, entrenadores de las divisiones menores de Junior.
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