
Muchas han sido las críticas hacia Indeportes Atlántico, el instituto que direcciona la actividad del músculo en este departamento a raíz de los malos resultados registrados en los pasados Juegos Nacionales donde la delegación de esta sección del país se ubicó undécima con sólo ocho medallas de oro, a distancia sideral de las representaciones de Antioquia, Valle y Bogotá, e incluso, muy distanciada de Bolívar, el mejor entre los caribeños.
Ramón Ignacio Carbó, director de Indeportes Atlántico, ha sido claro en manifestar que “soy el director y asumo la responsabilidad porque la institucionalidad recae sobre mi”, aunque ofrece una serie de explicaciones que se deben considerar a la hora del análisis de la situación del deporte atlanticense.
Dice que “el deporte es un tema de pasiones y la gente espera resultados, pero para poder exigir uno debe compararse con quién debe hacerlo, no con aquellos que adelantan procesos distintos a los tuyos”.
CRISIS INSTITUCIONAL. Para empezar, Carbó indica que al llegar a Indeportes “encontramos crisis financiera y administrativa”.
“Por ello requiero recobrar la institucionalidad para que exista credibilidad y confianza, pero si en el ambiente todo es negativo es difícil vincular al sector privado y público”, explica.
Y advierte que “recuperar esa institucionalidad es de todos, no de una persona porque involucra no sólo al deporte asociado, sino el tema deportivo de sacar a los niños de la calle y tenerlos ocupados”.
“Mi intención era recuperar la institucionalidad, pero no existían procedimientos establecidos. La planta de personal es de diez personas que fueron reintegradas con fuero sindical y sus perfiles no corresponden a las necesidades de la entidad. De ahí que se debió contratar personas del exterior para cumplir los requerimientos”, explica, para precisar a continuación que “no obstante, existe gente a la cual le reconozco su esfuerzo”.
Ramón Ignacio Carbó revela que “el instituto presenta un desorden impresionante, sin ley de archivo, ni manual de procedimiento ni de contratación. Incluso, la infraestructura de su edificación está deteriorada, y aunque se quiere arreglar, no hay un rubro en el presupuesto que pueda utilizar para esas mejoras, porque el único existente es para infraestructura deportiva”.
ESCASOS RECURSOS. El alto dirigente del deporte atlanticense expresa que “la gente tiene dudas y cree que no se hizo la tarea, pero los resultados se dan con dinero, ya que no se registran si no somos competitivos y no tenemos unos procesos”.
Explica que “nuestros recursos provienen del impuesto al tabaco y al licor, pero su misma distribución no es equitativa. Bogotá, Valle y Antioquia, reciben mucho más que nosotros. Ahí inicia la desigualdad”.
“Se considera que fuimos perdedores, pero para lo que teníamos no lo somos”, estima Carbó.
LO QUE VIENE. Carbó anuncia que “en Indeportes vamos a trabajar en lo misional, en las escuelas de formación y en el plan decenal del deporte. Eso lo venimos direccionando con los municipios de acuerdo con sus fortalezas”.
“Nuestra idea es que cada empresa apadrine una liga”, agrega.
“Esto apenas es el inicio, pero hay mucho más por hacer”, expresa el director de Indeportes Atlántico y añade que “los próximos Juegos Nacionales serán en 2015 y no tenemos ninguna excusa para no adelantar unos procesos más interesantes y conseguir los recursos que nos puedan acercar a los puestos donde el Atlántico siempre debe estar”.
APENAS $4.153 MILLONES
Al explicar la parte económica con la cual contó para el deporte del Atlántico en el presente año, Ramón Ignacio Carbó indica que apenas dispuso de 4.153 millones de pesos, de los cuales, el 34% se fue en gastos de funcionamiento y el 66% ($2.726 millones) en gastos de inversión.
“Me quedaron $1.576 millones. Y de ese rubro debía hacer numerosos programas misionales y sacar el dinero para Juegos Nacionales”, aclara.
Dice que se invirtieron 471 millones de pesos para preparar a los deportistas convencionales y $225 millones para los no convencionales.
Señala que le quedaron $880 millones para repartirlos entre 22 municipios e invertir $40 millones en cada uno.
Y a continuación, Carbó se pregunta: “¿Qué proceso se puede hacer con 40 millones en un año para un municipio? ¿Qué infraestructura se puede realizar? ¿Qué se puede apoyar? ¿Qué implementación deportiva se puede ofrecer? ¿Cómo se hacen escuelas de iniciación y de formación?”.
INMENSA DIFERENCIA EN RECURSOS ECONÓMICOS
El director de Indeportes Atlántico, Ramón Ignacio Carbó, dio a conocer los millonarios recursos con los que cuentan los departamentos que ejercen la hegemonía deportiva en Colombia y dice que la distribución está de la siguiente manera:
Bogotá: $161 mil millones.
Valle: $85.645 millones.
Antioquia: $80.627 millones.
A la vez, Medellín recibe $180 mil millones y unido al departamento de Antioquia, los dos suman: $260 mil millones. De igual manera, por ordenanzas, las adiciones presupuestales de esos y otros departamentos son las siguientes:
Bogotá: $25 mil millones.
Valle: $12.500 millones.
Antioquia: $15 mil millones.
Bolívar: $4 mil millones.
Santander: $2.800 millones.
Mientras tanto, Atlántico tuvo para su funcionamiento del año, $4.153 millones y de esos, solo $281 millones para los Juegos Nacionales.
Carbó anota que con esos escasos recursos, Atlántico sólo pudo foguear a sus deportistas en la región, mientras que delegaciones como Bogotá, Valle y Antioquia lo hicieron en Europa, Cuba y Argentina.
“A un deportista de ellos, para ir a Juegos Nacionales les costó $32 millones de pesos. Con los recursos nuestros, sólo disponíamos de un millón, 800 mil pesos, por lo tanto, no nos podemos comparar por muy fuerte que sea nuestro biotipo”, argumenta el director de Indeportes Atlántico.
Enfatiza que “con los escasos recursos no puedo hacer nada por retener a nuestros deportistas porque en otros departamentos les ofrecen sueldo, estudios, alojamiento, alimentación e implementación deportiva”,
“Si tengo recursos pequeños, ¿qué entrenador puedo tener con un millón de pesos, cuando en Antioquia les pagan de 4 a 6 millones?”, concreta.
Por Celso Alfonso Altamar
celso.altamar@elheraldo.co