
“La mayor derrota fue la muerte de mi madre”
Con 24 títulos mundiales logrados y una carrera cargada de éxitos, la ‘Chechi’ Baena se dedica hoy, a sus 30 años, a la coordinación de los Juegos Nacionales 2019 que se realizarán en Cartagena.
Cae en una risa nerviosa cuando se le pregunta si tiene el número exacto de títulos ganados. “Ay, no. No tengo el número con exactitud (risas). Mi papá tiene un cuarto lleno de medallas, pero sin duda alguna son los 24 títulos mundiales los más importantes”, expresa Cecilia ‘Chechi’ Baena, una de las mejores patinadoras que ha dado el país.
Lejos de la pista, enfocada en su hija Ana Sofía Muñoz Baena y coordinando los Juegos Nacionales 2019 que se realizarán en su natal Cartagena, ‘Chechi’ atendió amablemente el llamado de EL HERALDO.
¿Qué hay de la vida de Cecilia ‘Chechi’ Baena?
Ando en varias cosas. Estoy como coordinadora de los Juegos Nacionales 2019. La idea es tratar de hacer unos excelentes juegos y que las delegaciones se sientan bien en Cartagena. También en la faceta de madre con una pequeñita de 9 meses y de esposa (casada con el patinador Andrés Felipe Muñoz).
También la hemos visto en la televisión...
Sí, de verdad que es algo que nunca dejaré de hacer y siempre que tenga la oportunidad lo haré. Fui a las Olimpiadas con la W Radio. Es lindo seguir los pasos de mi padre.
¿Cuál es la entrevista más difícil que ha hecho?
Cuando me tocaba hacérsela a mi papá (Eugenio Baena). Pienso que él ha sido el crítico más grande en esta profesión. Hemos compartido y vivido el deporte de muchas maneras y él conoce todo el esfuerzo y la lucha por la que he pasado.
Usted estudió comunicación social y administración deportiva...
Sí. Ahora estoy terminando administración de empresas con una especialización en alta gerencia en la Fundación Universitaria del Área Andina.
¿Por qué se retiró tan joven si todavía tenía potencial para seguir ganando medallas?
Uno tiene que saber cuándo dar el paso al lado. Tuve unas metas y gracias a Dios las pude cumplir. Comencé muy joven en el patinaje. Mi primer Mundial fue a los 13 años y el último a los 26. Tenía que tomar la decisión. Ya había ganado el Mundial de maratones por tres años consecutivos. También el hecho de que mi deporte no fuera olímpico limitaba el seguir subiendo. Por otro lado tenía las ganas de terminar mi carrera profesional y seguir con mis escuelas.

¿Dónde tiene sus escuelas deportivas?
En Bogotá y Cartagena tengo la escuela ‘Chechi’ Baena con más de 200 niños que formamos. Eso es una retribución que le puedo hacer al deporte que me vio ganar muchas medallas.
¿Qué le faltó ganar en su carrera?
El sueño olímpico sin lugar a dudas. La medalla olímpica fue el sueño que nunca pude tener porque el patinaje no está incluido en las justas. Estar en la cúspide es el sueño que todo deportista tiene.
Imagino que cuando veía las Olimpiadas saboreaba las medallas...
(Risas). Sí, claro. Uno se pregunta el porqué no está en los olímpicos, pero a mi deporte le falta mucho. Cada vez dicen que están más cerca, pero la Federación Internacional no está en la búsqueda. Hasta ahora se esparce en los cinco continentes y ese es uno de los requisito del Comité Olímpico Internacional. También deben haber más de 50 países participando, unos escenarios estándares, un gran ramillete de pruebas para los Olímpicos, en fin. Creo que aún nos falta.
De los 24 títulos mundiales que ganó, ¿cuál le llena de mayor orgullo?
Todos los títulos tienen algo que recodar. Todos tienen un grado de esfuerzo y dedicación, pero la que gané en el 2000 en Barrancabermeja es importante. Fue en mi país, con mi gente, y fue el que me abrió el camino. Otro que recuerdo fue mi primer título Mundial de Mayores en 2004 en Italia. Allí entré a la élite del patinaje y pude ganarle a esas deportistas que veía solamente por la televisión.
La medalla olímpica fue el sueño que nunca pude tener porque el patinaje no está incluido en las justas
¿Cuál fue la rival más difícil de vencer?
Puedo nombrar dos: una es Valentina Belloni, deportista italiana que tenía una hegemonía grande. Cuando yo llegué con 18 años, ella tenía 25 y un gran recorrido. La otra era Julie Brandt, que siempre logró grandes títulos y fue la figura del patinaje por mucho tiempo.
¿Qué tiene el patinador colombiano que lo hace ganar tanto?
Ademas del entrenamiento de 6 o 7 horas diarias y el biotipo para la disciplina, el amor y la pasión por el deporte hace que sean diferentes. El colombiano nunca se rinde pese a las altas cargas de exigencia. Esa connotación de sentir el deporte hace que el patinaje sea el mejor.
¿Qué piensa de Jercy Puello?
Es un gran referente. Es una corredora que lastimosamente no clasificó a estos Mundiales (en China), pero es una excelente deportista y ha hecho historia. El cambio generacional ha estado. En su momento estuvo Berenice Moreno, llegamos Kelly Martínez y yo. Ahora está Jercy Puello. Ese cambio hace que siga vigente el patinaje.
¿Y de Álex Cujavante qué me dice?
(Risas). Lo quiero como un hermano. Es una excelente persona y le ha tocado solo contra el mundo. En su departamento, en una época, no habían las condiciones para su formación y le tocó entrenar lejos de su ciudad. Es un gran corredor. Es aguerrido, luchador y ha sido clave el apoyo de su familia.
¿Cuál fue la mejor compañera que tuvo en el patinaje?
Alexandra Vivas. Nos entendíamos a la perfección. Solo con mirarnos sabíamos cómo competir.
¿Cuál fue el país más raro que visitó?
Tuve la oportunidad de estar en varios países de Europa, pero en Asia son más difíciles las cosas por la alimentación y la cultura, pero eso lo enriquece uno como persona.
¿Quién le dio sus primeros patines?
Me los dio un tío llamado Luis Guzmán. Eso fue a los cinco años cuando ingresé a la Liga.
¿Cuál fue el momento más duro de su vida?
Aunque no fue un evento deportivo, el momento más difícil de mi carrera fue la muerte de mi madre (Ruth Guzmán) porque apenas yo comenzaba. Se fue muy pronto. Ella me hizo enamorar del deporte y su muerte fue la mayor derrota que tuve.

¿Cómo está Cartagena para 2019?
Ahora estamos esperando la decisión del recorte presupuestal, noticia que perjudica la infraestructura. Sería un gran error que se dé porque en realidad el país quedaría en deuda con el deporte. Acá desde lo departamental y lo distrital estamos preparados y nos hemos anticipado para trabajar en unos grandes juegos. Esperamos trabajar con Coldeportes de la mano y que todas las cosas salgan como se planean.
¿Qué dice usted en las charlas que dicta en diferentes escenarios donde la invitan?
El éxito es una decisión. La idea es motivar y ayudar a otros para competir en la sociedad. Es un honor y un privilegio hacer charlas ante tantas personas. Me alegra poder ver niños, el esfuerzo y sacrificio que hacen a diario. No hay regalo más bonito que dejar huella en nuestro país y que lo vean a uno como un gran ejemplo a seguir.
¿Qué consejo les da a los niños que quizá no tienen el dinero para comprar unos patines, pero tienen el talento?
Que tengan la oportunidad de enamorarse del deporte para que los aleje de los vicios, que luchen por sus sueños y que no dejen que nadie les corte las alas para salir adelante. Con liderazgo, disciplina y corazón se pueden lograr las cosas. Nada es imposible para el que cree.