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Una fuerte brisa que alerta que llega diciembre recibió al Flamengo en el hotel Sonesta. Precavidos y serios al descender del bus, la delegación brasileña fue entrando uno a uno a su sitio de concentración antes de enfrentar, en el juego de vuelta de la semifinal de la Copa Sudamericana al Junior, en el estadio Metropolitano.

El barranquillero Gustavo Cuéllar fue uno de los más buscados por la prensa y por los flashes de las cámaras. El volante regresó a su tierra natal y, luego de acomodarse en su habitación, bajó amablemente para atender a los medios, tanto brasileños como curramberos.