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La nariz es lo más difícil porque el personaje la tiene torcida. Pero la pericia de Nicolás Molano vence la adversidad con tal de inmortalizar a Egan Bernal, el vigente campeón del Tour de Francia. A golpe de gubia va aflorando el 'alma' de un héroe colombiano.

Tablas por todos lados, máquinas para cortar y mucho polvo. Abriéndose paso en el taller de carpintería aparece Molano con un boceto del primer 'escarabajo' en traer a América la camiseta amarilla y gran ausente del Mundial de Ciclismo en ruta que se disputa hasta el 29 de septiembre en la región inglesa de Yorkshire.

Con el cuidado de un admirador, el artista de 57 años calca el croquis del joven deportista sobre un tronco de madera. El primer paso para moldear la figura del cuarto ciclista que convertirá en obra de arte.

'Cuando plasmo en la talla, yo le llamo sacarle el alma a la madera', dice a AFP desde lo alto de la montaña de Ciudad Bolívar, un barrio humilde del sur de Bogotá que se expande entre construcciones de ladrillo similares a las favelas brasileñas.

Aunque su pasión por los pedalistas nació hace pocos años. Ya inmortalizó en madera al británico Chris Froome (4 Tours de Francia, 1 Giro y 2 Vueltas) y a los colombianos Nairo Quintana (Vuelta a España-2016, Giro de Italia-2014) y Rigoberto Urán.

Algunas de sus figuras -similares a Pinocho, con sus brazos y piernas móviles- han sido expuestas en Bogotá e Italia.

'Admiro de los ciclistas colombianos (...) que se caen, se levantan y vuelven y arrancan, como somos los colombianos en general, que por complejas que sean las cosas, resolvemos y seguimos adelante', señala Molano sobre la fuente de inspiración para la colección de pedalistas de madera.