El puerto mexicano de Veracruz despidió anoche la versión XXII de los Juegos Centroamericanos y del Caribe siendo testigo del retorno cubano al mando del deporte del área al adueñarse, en casa de su máximo competidor, de las justas con un botín de 123 oros, ocho más que el país sede.
Colombia cerró una magnífica actuación al quedar a solo dos medallas doradas del presupuesto inicial de 72 y remarcar una diferencia considerable con Venezuela, una nación con mayor inversión en su preparación deportiva. La nación vecina regresa al cuarto lugar, tras aprovechar la ausencia de la isla de Fidel en San Salvador 2002 y Mayagüez 2010 donde fue segunda en el medallero. Venezuela terminó en Veracruz con 56 oros, 79 platas y 110 bronces.
En cuanto al nivel técnico, se batieron 56 marcas centroamericanas vigentes, la presencia de varios medallistas olímpicos engalanaron la cita deportiva y figuras extraordinarias como el mexicano Juan Luis Barrios, quien ganó su séptima medalla acumulada en atletismo; la también mexicana Nuria Diosdado en nado sincronizado con siete áureas y Arleina Pinto de Venezuela con seis medallas de oro en natación.
Pinto, de 23 años, impuso dos récords centroamericanos en 400 metros combinados individual y 800 metros libres. Ganó las pruebas de 200 libre, combinados y mariposa. También en 400 libres y combinados y 800 libres.
En el caso colombiano, el ciclista Fabián Hernando Puerta con cuatro medallas, tres de oro y una de bronce. El pedalista venció en contrarreloj en un kilómetro, keirin y velocidad por equipos.
En el caso organizativo, Veracruz dejó un punto alto en su ceremonia de apertura de corte internacional, con un mensaje claro de paz y de respeto ecológico, matizado con su música jarocha que le dio transición al estelar Ricky Martin.

Sin embargo, se criticó que tuvo muy alejado de su sede principal deportes claves dentro de las citas multidisciplinarias como el atletismo que se celebró en el complejo atlético Heriberto Jara Corona de la capital estatal Xalapa, a más de una hora por carretera.
Lo mismo ocurrió con el levantamiento de pesas, deporte que más oros le dio a Colombia, con 16, que fue escenificado en un auditorio moderno como el centro de convenciones, pero lo alejado de Coatzacoalcos, a más de tres horas por carretera no permitió vivir de cerca las emociones de este deporte.
En materia de escenarios, Veracruz no derrochó dinero. Tuvo muy buenas instalaciones deportivas aunque la asistencia no siempre ocupó la totalidad de las gradas. Aunque era un costo alcanzable al bolsillo de los locales, la boletería no siempre fue demandada por los espectadores con excepciones como la final del béisbol donde Cuba atrajo a miles de fanáticos.
Pese a la situación de inseguridad que vive el estado de Veracruz, no ocurrieron hechos lamentables y se notó mucha presencia policial en las calles porteñas.
