Los árbitros españoles se mueven entre la indignación, la sorpresa y la ingenuidad que creen que tuvo el Barcelona al pagar 'una barbaridad económica' a la empresa de José María Enríquez Negreira, mientras era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), por hacerle informes de arbitraje entre 2016 y 2018.