Un triplete de Robert Lewandowski, que ha marcado ocho goles en los cinco partidos disputados como azulgrana, permitió la goleada del Barcelona ante el Viktoria Plsen (5-1) en la primera jornada de la Liga de Campeones.
Respondió de esta manera el polaco al duelo propuesto por Haaland y Mbappé, que en la víspera habían firmado dos goles. El nueve del Barsa marcó tres, prácticamente acertó todo lo que intentó y dio la sensación de que se encuentra en un magnífico momento de juego.
Hasta seis cambios introdujo Xavi con respecto a la victoria en Sevilla. Entró Alba, pero no Piqué; descansó Busquets y Kessié acompañó a Pedri. Ansu se estrenó como titular y Christensen hizo pareja con Kounde.
Al Viktoria Pilsen se le vieron las costuras desde el primer minuto. Arrinconados cerca de Stanek, los checos no tenían más plan que aguantar lo que pudieran si encajar. El Barsa, cada vez con los automatismos más afinados, mostró la profundidad de su banquillo y los perfiles que tiene Xavi en su equipo.
Por ejemplo, hoy se vio lo que puede aportar Franck Kessié, más en la llegada que en la construcción. El exmilanista abrió la lata después de que Kounde descolgara un servicio de saque de esquina. El francés, por cierto, dio la tercera asistencia consecutiva del curso, dos frente al Sevilla y la que valió el 1-0.
Vivió el Barcelona de los destellos por la derecha de Dembélé, que encaró una y cien veces a su par, y generó múltiples acciones. Siempre con la mirada pendiente de Lewandowski, que volvió a dar una clase de fútbol, hoy centrando la atención de los centrales y dándole opciones a sus dos compañeros de ataque: Dembélé y Ansu.
El 1-0 no cambió el guión del partido. El Barsa siguió buscando el segundo. Lo intentó Ansu, después de una recuperación (min. 18); Kessié, tras una conducción de Pedri (min. 22) y poco después se vivió una acción que pudo cambiar la suerte del partido.
Con 1-0 en el marcador, el árbitro señaló en el minuto 25 penalti de Christensen a Mosquera. Además el danés iba a ser expulsado. El VAR entró para llamar la atención de Lawrence Visser, que revisó la acción, anuló el penalti y además amonestó a Mosquera con una amarilla por un codazo al central del Barça.
Todo volvió a su cauce en el momento en el que Lewandowski entró en juego. El polaco, una maravilla posicionalmente, recibió en el balcón del área un servicio de Sergi Roberto y puso el balón en el palo izquierdo de Stanek (2-0, min. 34).
La ejecución fue perfecta, pero antes el nueve del Barça había visto la posición del central, la del marcador de Ansu y donde estaba el portero.
Pudo marcar el Barça el tercero por medio de Sergi Roberto, Pedri y Ansu, pero fue el Viktoria Pilsen el que recortó por medio de Sykora en una jugada de dudas de la defensa local (2-1, min. 44).
Sin embargo, al borde del descanso, una recuperación de Dembélé permitió el 3-1, otra vez por de Lewandowski, que remató en el segundo palo y en plancha un servicio del francés en el minuto 48.
La dinámica del partido no varió. Un ataque continuado del Barcelona, que dominaba y cercaba la meta checa, aunque la primera ocasión clara del segundo tiempo fue por medio del gigante Chory, que no culminó una buena jugada de Mosquera.
Sin embargo, en cuanto apareció nuevamente Lewandowski, el escenario cambió por completo. En el 68, Ferran Torres le dejó un balón en la frontal del área y el polaco, otra vez de rosca, batió a Stanek (4-1).
Ferran firmó el quinto tras una gran volea a pase de Dembélé (min. 71). Aun tuvo tiempo, Xavi Hernández para darle unos minutos al joven Pablo Torre. Al final un 5-1 en un ejercicio en el que el técnico azulgrana le dio minutos a los no habituales y permitió el descanso de los jugadores más cargados de partidos.
La próxima semana, en Múnich, se podrá calibrar el estado de los azulgrana. El Bayern dará pistas de cómo se encuentra el equipo catalán.
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