Los equipos modernos se arman de atrás hacia delante, todo gran equipo empieza por un buen arquero, saber atacar y saber defenderse son la síntesis del fútbol. El director técnico, como cualquier buen ajedrecista, debe ser un ingeniero, estratega, filósofo, científico, militar, guerrero, algo psicólogo y agrego yo, en esta época, un gran político. Todos estos axiomas del balompié ya expuestos en esta columna los recuerdo ahora, para escanear y tratar de entender lo que está sucediendo en esta Copa América.
Selecciones nacionales de una misma región con técnicos en su mayoría del cono sur, seis argentinos y tres uruguayos de los 12 que participaron. Con historia, origen, tradición, características, temores, emociones, e influencias similares, justifican el equilibrio de fuerzas que hemos venido observando en este torneo copero de Argentina.
Perú con menos nómina y ataque eliminó justamente a Colombia, la cual desvió cinco tiros frente al arco, incluyendo un penalti, pegó dos tiros en el palo y cometió dos errores de arquero que se convirtieron en goles. Justa derrota para Colombia.
Paraguay, sin ganar un partido, con cuatro empates es finalista. Buen arquero, una excelente y potente línea defensiva de la mano del argentino Martino, eliminó a Brasil, el gran favorito.
Uruguay, con el buen arquero Muslera y la garra charrúa para defenderse por una hora, con diez hombres, dieron buena cuenta de un equipo argentino más fluido pero con menos técnico y ganas.
Venezuela, con muchas ganas, buenos jugadores, buen arquero y muy buen técnico, defendiéndose con muchísimas ganas desplazó a Chile, un equipo superior para atacar, pero malo para defenderse.
Los mejores arqueros del certamen ya son semifinalistas y grandes gestores de los logros de sus conjuntos. Entre Muslera y Villar, de acuerdo a los próximos resultados estará el mejor arquero del certamen. Hasta hoy no son los goleadores ni las líneas de ataque las que han definido los partidos, son los destacados arqueros los que lo han logrado y parece que también lograran invertir aquello de que la mejor defensa es un buen ataque, convirtiéndolo en un máxima que hoy tiene mucha vigencia, por lo menos en esta Copa: el mejor ataque es una buena defensa.
Para destacar: Un equilibrio de fuerzas en el fútbol suramericano. Uruguay reverdece laureles. Paraguay mantiene su orden. Perú regresa a la palestra de los grandes. Venezuela grata revelación y consolidación de su fútbol. En Colombia, nuestros jugadores han crecido más en Europa, nuestros técnicos en el tercer mundo. Los cuatro penaltis errados por Brasil, algo nunca visto y lo cual, en ellos jamás se volverá a ver.
Todo pareciera haber salido al revés, pero no, las cosas en el fútbol suramericano están así. Como dijera el filosofo de Plato, 'tan es así, que así es'.
Por Miguel Joao Herrera









