
Vampiro, Vampiro…
Sin lugar a dudas el fútbol es el deporte que mas aficionados tiene en el mundo. Contribuye para ello su simplicidad ya que a diferencia de otras disciplinas, este se puede practicar en cualquier potrero o lugar como lo demuestran nuestras partidas de “bola e trapo” callejeras. Son tan sencillas sus reglas que las entienden los fanáticos comunes a pesar del esfuerzo de ciertos comentaristas que con su parafernalia intentan tirárselas de científicos con enredados análisis que no se los entiende nadie.
Sin intentar competir con esos sabihondos del deporte, ante el suceso en el cual el crack uruguayo Luis Suárez le empujó dentelladas al zaguero italiano Chiellini en el juego de la semana pasada, no he resistido la tentación de meter en este tema mi cuchareta. Para empezar es pertinente recordar que estos ataques a mansalva no son nada nuevo en el deporte. Es así como en 1950 el delantero del Junior Rigoberto “me muerde” García, vilipendiado por el neurótico crack brasilero Heleno Da Freitas adquirió su mote por el involuntario mordisco que le propino a un destacado jugador del América de Cali.
Otra famosa dentellada fue con la que en 1997 en una pelea por el título de los pesos pesados, Mike Tyson le cercenó la oreja en el tercer round a Evander Holyfield, razón por la cual el campeón fue descalificado y sancionado por la Asociación Mundial de Boxeo.
Aunque estos alevosos ataques en los deportes han tenido resonancia tales como la agarrada de genitales que le hizo en Francia, Michel del Real Madrid al Pibe Valderrama, el cabezazo de Zidane a Materazzi en el mundial de Alemania 2006 y el reciente mordisco que le metió Suárez a Chiellini del equipo italiano, por su exposición mediática, han sido objeto de análisis por avezados psicólogos y psiquiatras de varios países.
En el caso particular de Suárez cabe anotar que su comportamiento de roedor ha sido de carácter repetitivo ya que en 2012 fue suspendido por 7 fechas al morder al jugador del PSV Endoven de Holanda Otman Bakal y de remate por 10 fechas el año pasado por el mismo acto contra el delantero Evanovic del Chelsea de Inglaterra.
Con el fin de sentar un precedente que tienda a evitar a que se expanda la modalidad vampiresca de Suárez, actitud conocida con el nombre de síndrome de Reinfield, la Fifa sancionó de manera severa al delantero uruguayo quien arrepentido de sus actuaciones se comprometió a seguir un severo tratamiento psiquiátrico para curarse de su afición draculeana. En caso de que ese no tenga efecto positivo y como no hay mal que por bien no venga, como premio de consolación Luis podrá acceder a eventuales jugosos contratos que le pudiesen ofrecer prestigiosas firmas como Corega, empresa especialista en la fabricación de prótesis dentales y aparatos de ortodoncia para curación de mordeduras.
Pasado ese capítulo del cual afortunadamente se salvaron los jugadores de nuestra selección, al haber sido destituido el vampiro Suárez antes del partido en el cual derrotamos a los charrúas, por primera vez en la historia independiente del resultado con Brasil, Colombia quedará ranqueada entre los mejores oncenos del mundo…
rofuenma@gmail.com
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