Una mujer está a punto de morir de cáncer. Un farmacéutico ha descubierto una medicina que los médicos creen que va a salvar a la mujer. El farmacéutico está cobrando dos mil dólares por una pequeña dosis (diez veces más de lo que cuesta producirla). El marido de la enferma Heinz pide prestado a todas las personas que conoce, pero solo logra juntar mil dólares. Ruega al farmacéutico que le venda la medicina por esa cantidad o que le permita pagarle el resto después. El farmacéutico se niega diciendo: “Yo descubrí la medicina y voy a hacer dinero con ella”. Desesperado, Heinz irrumpe en la tienda del farmacéutico y roba el medicamento. Conteste, amable lector: ¿Heinz debía hacer esto? ¿Por qué sí y por qué no?
El relato es el ejemplo más famoso del abordaje para el estudio del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg, quien durante 30 años estudió un grupo de 70 niños a partir de los 10 años, para conocer cómo iba cambiando el juicio moral y especialmente el concepto de justicia. La vida está llena de dilemas morales. Permanentemente tenemos que decidir si hacer lo correcto o lo conveniente, o si debemos actuar de acuerdo a la norma o no respetándola.
A partir del covid-19, hemos tenido varios dilemas morales que resolver, uno de ellos: ¿Me pongo o no la vacuna contra el virus? Muchos confían en el conocimiento científico y han visto que la vacuna es una salvación para él y la humanidad. Pero un número importante de personas piensan que la vacuna es ponerse una enfermedad en el cuerpo, que no es sano, que traiciona los principios religiosos y que detrás de ella hay una inteligencia diabólica con un plan siniestro: una conspiración.
Ante esta postura de quienes no quieren vacunarse, algunos gobiernos han propuesto crear un carnet que permita a los vacunados transitar libremente con precauciones. Mientras que los no vacunados, por el peligro que representan para él y los demás, no tendrían acceso a lugares públicos como centros comerciales, restaurantes, cines o estadios. ¿Si usted fuera gobernante, impondría este carnet? ¿Por qué sí o por qué no?
Un segundo dilema relacionado con el covid-19 es si la vacuna debería ser un bien público al servicio de la humanidad o un bien privado con fines de lucro. Lo que hoy está ocurriendo es una terrible desigualdad en el acceso a las vacunas. Mientras países ricos tienen grandes reservas de ella y ya van por la tercera dosis, una buena cantidad de naciones han vacunado a menos del diez por ciento de su población por no tener recursos para comprarla.
Volviendo al relato inicial, Heinz, es decir, los países pobres, ven cómo mueren sus habitantes por no tener el dinero, mientras el farmacéutico, en este caso Pfizer, Moderna, Sinovac, Aztrazeneca, que son quienes crearon las vacunas, se están lucrando por su invento. ¿Considera que los creadores de las vacunas deberían obtener estas ganancias sin importar la desigualdad en el acceso? ¿Por qué sí o por qué no?
Estimado lector, ahí le dejo los dilemas para que usted resuelva. Aunque esta es una columna de opinión, hoy no opino, le cedo el turno a usted.