Leyendo el libro ‘Las 48 Leyes del Poder’ me encuentro que la ley 15 es, según su autor Robert Greene, “Aplaste por completo al enemigo”.

El criterio de la misma es que “si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio”. “Destrúyalo por completo, no solo física sino también espiritualmente”, advierte sin un ápice de piedad.

Con la venia del señor Greene, me tomaré el atrevimiento de futbolizar su inquietante ley. El PSG hizo caso omiso de la despiadada recomendación. No aplastó, cuando pudo, a un súper enemigo. Gigantesco, histórico y ganador enemigo: el Real Madrid.

En París, errando Messi una pena máxima y no ampliar la diferencia, y en Madrid cuando fue superior en el 70 % del trámite. Y, de contera, Donnarumma, su arquero, regala el primer gol, el del empate, entonces “el instinto asesino”, la calidad de sus jugadores, el talante, el talento y el espíritu ganador del Real Madrid aparecieron en todo su esplendor y le han regalado a sus hinchas —que se implicaron decididamente— y a todos los amantes del fútbol una de las más emocionantes gestas de los últimos días.

El Madrid descubrió esa “sola brasa” y le “desencadenó un incendio” en el PSG. Que en realidad pareció un infierno, porque lo rebasó, lo avasalló en esos 25 minutos finales y le anotó tres goles, todos de Benzema —el segundo fue maravilloso, por la corrida previa de Modric y su pase gol entre las piernas del defensor francés— para remontar y clasificar a cuartos de la Champions League.

En medio de la gesta colectiva, letras de admiración y reconocimiento para dos extraordinarios futbolistas: Modric y Benzema. Los libros, los tratados, los cursos sobre fútbol solo necesitarán mostrar los vídeos de estos dos cracks para explicar cómo se juega desde el medio campo y desde el ataque.

En sus cerebros y sus cuerpos están los más estilizados y efectivos códigos de esas funciones. También, y sobre todo, su inteligencia colectiva y su espíritu afiliativo.

Son los mejores porque hacen jugar mejor al equipo.

Javier Andrés, mi hijo, un fervoroso y, a veces, intransigente hincha del Real Madrid me compartió sus razones por las que es hincha del equipo español y entre otras acudió al escritor mexicano Juan Villoro: “elegir un equipo, es una forma de elegir cómo transcurren los domingos”.

Él y los otros millones de hinchas del Madrid por todo el mundo disfrutan la mayoría de los domingos. Pero si, además, replica entre semana la gesta del pasado miércoles, entonces van a ser felices todos los días. En buena hora para ellos.