El campeonato no debería terminar para Real Cartagena. Por el contrario. Hallada una vez más la ruta deportiva perdida hace cuatro años, cuando los dueños del equipo decidieron revertir la ratificación de José Fernando Santa como entrenador heroico para darle lugar al portugués José Domínguez, esta debe comenzar a planearse ya de cara a su inmediata continuidad.
Hasta hace dos meses, el equipo auriverde no despertaba ningún tipo de emoción, luego de un primer semestre en el que llegó a ser el último de la tabla de posiciones con el encarte económico que dejaron la veintena de contrataciones de Willy Rodríguez y un equipo sin plan de juego, ni talento manifiesto.
Desde aquella victoria de septiembre 4 ante Deportivo Pereira, 3 por 1, en marco de la etapa de Todos contra todos la cual muchos calificamos como la mejor presentación colectiva del once auriverde, el equipo produjo el click en el corazón del hincha y de la prensa.
David Ferreira, a sus 38 años, fue la punta de lanza; el portero Luis Hurtado pasó de garantizar un susto por partido en el primer semestre a consolidarse como una gran promesa futura del arco, salieron jóvenes como Carlos Pájaro y Jaime Silva, ambos de 19 años, entre otros, pasando el once heroico a ser protagonista de los ocho y en etapas finales hasta su eliminación este domingo que pasó a manos de Llaneros F.C.
Una nómina que no representa un mayor esfuerzo económico, que debe seguir apelando a los juveniles como los casos mencionados y apostarle a la continuidad como quiera el ‘campeonato de la A’ que se jugará en la B con Pereira, Quindío, Tigres, Cortuluá, Unión Magdalena, Fortaleza y Cúcuta (sin confirmar aún).
La insolvencia económica aparece como el iceberg en la ruta. Un equipo que entrega acciones por deudas adquiridas que suman los $ 12 mil millones no luce como un buen candidato a la primera división, por ahora, aunque su mayor problema es la zona de confort de sus dueños.
Por eso, con un sexto año en la segunda división por delante, ya es hora que la Dimayor sacuda el árbol de la comodidad en el que se han trepado Real y similares. Equipo categoría A que pase más de tres años en la B debería perder los beneficios económicos y verán cómo muchos comenzarán a competir de verdad.