¿En qué te ayudo Colombia? es la frase con la cual finaliza uno de los videos que rondan en redes sociales en razón a la situación que hoy vive el país. Esta nos demanda, a todos, nuevas y mejores maneras de hacer las cosas. Por lo tanto, para afrontar los desafíos es fundamental, junto a la labor de nuestros líderes, el aporte de cada uno de nosotros por medio de acciones que están en nuestro poder, comenzando desde nuestro contexto inmediato- con nosotros mismos, familia, amigos, trabajo, barrio, ciudad-. Por eso, hoy los invito a que cada uno, desde su rol, pregunte, ¿En qué te ayudo Barranquilla?
Para ayudar a Barranquilla debemos comenzar por nosotros mismos. Si estamos llenos de rabia, de odio, de frustración, eso será lo que reflejaremos en nuestras acciones. Identifiquemos qué se esconde detrás de estas sensaciones e intentemos buscar el equilibrio. La Escuela del Perdón se basa en la idea de que solo existen dos emociones, el miedo y el amor. Transformemos el miedo en amor por nuestra ciudad, para actuar en favor de ella.
Ayudar a Barranquilla es conocer quiénes somos, conocer nuestra historia, cultura y diversidad. Es salirte de tu contexto, hablar con personas que tengan intereses o perspectivas de vida distintas a las tuyas, piensen diferente o que tengan un trabajo o un pasado radicalmente disímiles al tuyo.
Y en estos diálogos reconozcamos que todos tenemos distintas realidades, sueños y visiones; y, a partir de la divergencia, aprendamos a crear nuevas y mejores realidades, en un ejercicio de cada día. Esto lo podemos lograr desde la alteridad, la cual implica, desde una relación de igualdad, ponerse en el lugar del otro, cambiando la perspectiva de uno por la de la otra persona, aceptando las diferencias y la existencia de otros puntos de vista.
Además de nuestro rol como individuos, el contexto demanda una nueva manera de hacer las cosas por parte de los distintos sectores de la sociedad, entre ellos, el empresarial. Este tiene más poder del que se imagina para ayudar a Barranquilla, a partir de la incorporación de los principios de Empresas B, del Capitalismo Consciente y del gana-gana, los cuales plantean la manera más adecuada de hacer empresa en nuestra realidad y que ha sido adoptada por varias compañías colombianas, así como se evidenció en el foro “Empresas con Propósito”, organizado por la ANDI, que se llevó a cabo el pasado viernes.
Estos movimientos invitan a integrar la sostenibilidad al ADN de la empresa, desarrollando un propósito superior, transformando su concepción de éxito al incluir metas sociales y medioambientales junto a las económicas y creando valor, no solo para los inversionistas, sino para todos los grupos de interés. Las empresas que han incorporado estos principios han demostrado tener mejores resultados a mediano plazo en comparación con otras similares que no lo han hecho. Además, es la manera de adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores y demás grupos de interés que exigen, cada vez más, estos estándares.
Hago una especial invitación al empresariado barranquillero a cambiar la competencia por la coopetencia, cooperando entre sí para subir los estándares de sostenibilidad en el sector empresarial y así aumentar su impacto positivo en el desarrollo de la ciudad; esto lo podría liderar el grupo de articulación privada. Seamos conscientes de lo mucho que podemos ayudar, cada día, con nuestras acciones y, comencemos por Barranquilla.
daniela@cepedatarud.com