Caterine es sinónimo de victoria. Por donde vaya, el oro se le estampa en su frágil y juncal cuerpo atlético. En Río millones esperamos que Caterine obtenga su máxima presea olímpica.

Caterine Ibargüen es un nombre que hace rato se viene pronunciando con una feota amargama de sorpresa y admiración. Por donde va en plan de competir internacionalmente en la prueba de salto triple, ese oro ficticio (pero sea como sea que se estampa en las medallas deportivas) va directo a sus alforjas, para orgullo de sus compatriotas, que la han visto ganar una y otra vez, desde los últimos Juegos Olímpicos hasta la presente.

Caterine es sinónimo de victoria. Por donde vaya, el oro se le estampa en su frágil y juncal cuerpo atlético. Empero, no sabemos hasta ahora qué tropezón tuvo la alta y elegante morena en los Juegos Olímpicos de Londres, pero Caterine fue vencida por una saltadora cuyo nombre ya se nos perdió en el legajo de competencias que ella ha tenido desde entonces.

La brillante triple saltadora en largo no pudo vencer en la capital inglesa contentándose con un saborcito agridulce con el segundo lugar, arrebatado por la contendora a la que ya había vencido en otras ocasiones. Pero a partir de aquella mala tarde (para ella lo fue, ya acostumbrada al oro de los primeros lugares) todas sus actuaciones en Europa han sido una estela de victorias. Esta última, en suelo marroquí, acaba de agenciarse otra victoria total.

Colombia tuvo un atleta barranquillero que en 1938 no pudo ganar el salto triple de los Juegos Bolivarianos, cayendo ante un contendor peruano, cuyo entrenador le marcaba el punto de caída de Humberto Perea, para que su pupilo supiera saltar por encima de esa “marca marcada”, increíblemente demarcada contra Perea y nuestra delegación.

¡Manes de un viejo atraso! No se nos va creer lo que vamos a decir: Pero Humberto Perea tuvo entonces salto formidable que le valió la medalla de plata. Lo que ha tenido esta actuación suya en Bogotá fue un record nacional que duro incólume durante casi 25 años, con su 14 metros y unos centímetros que no podemos memorizar a estas alturas.

En Río millones esperamos que Caterine obtenga su máxima presea en los Juegos Olímpicos. En este salto triple cualquier cosa, buena o no, puede pasar, pero la saltadora en triple ha tenido un itinerario de triunfos como otro no se ha visto en los cables internacionales.

¡Morena bendita por Natura! Tienes que conquistar el oro de que te falta a escala olímpica.