
Atentados ilógicos
Para empezar, es necesario rechazar firmemente estas amenazas de atentados al expresidente Uribe, al fiscal general de la Nación y a miembros del Congreso de la República. Nada ni nadie puede encontrar justificación alguna para hechos de esta naturaleza contra personas de reconocido liderazgo nacional, ni para ningún ciudadano de este país.
Cuando la política sea el escenario natural para resolver las diferencias propias de toda sociedad, esta expresión de violencia debería acabarse. Pero independientemente de estas aclaraciones generales que todos compartimos, cuando se analizan estas amenazas en el contexto político actual del país, resulta absolutamente difícil de entender, no tiene ninguna lógica lo sucedido.
El país se sorprendió cuando escuchó las declaraciones del ministro de Defensa sobre el atentado que se estaba fraguando en contra del expresidente Uribe por parte de las Farc. Escasos días antes, se firmaba el segundo punto de las conversaciones de La Habana entre el Gobierno y este grupo guerrillero, lo cual se había vendido por parte del Gobierno, y así había sido recibido por el país, como un avance serio hacia la firma del Acuerdo entre las dos partes.
Así como se presentó, era obvia la reacción de las mayorías que afirmaron que temblaba el acuerdo de cese de actividades. ¿Se podría haber manejado de otra manera cuando esta denuncia si era consistente con la actitud permanente de mindefensa, que parece más un ministro del expresidente Uribe que del presidente Santos? Difícil decirlo sin conocer más detalles, porque algo tan grave y además posiblemente inminente, no podía mantenerse oculto, seguramente.
Pero cuando horas más tarde el presidente Santos denunció que el atentado era también contra el fiscal general de la Nación, lo ilógico era el mismo atentado. ¿Cómo puede explicarse una acción de esta naturaleza cuando simultáneamente se dirige contra un opositor a los diálogos en La Habana –el expresidente Uribe– y a un defensor de los mismos, –el fiscal general de la Nación–? Probablemente es uno de los mensajes más confusos que un grupo al margen de la Ley, llámese Farc o Manos Negras, etc., podría darle a una sociedad.
Tampoco es lógico que las Farc, que están negociando en La Habana con el Gobierno y que acaban de tener un mejor recibo al firmar el acuerdo político, echen todo por la borda y pretendan seguir negociando como si nada. Si se suman todos estos elementos solo cabe la confusión y la necesidad de que las partes aclaren lo sucedido. Las Farc no pueden hacer mutis por el foro, y ya el Gobierno dijo que este tipo de amenazas son una bomba para el proceso. Pronto se deben reanudar las conversaciones en La Habana para discutir el tercer punto sobre el narcotráfico. Nadie en Colombia ha dejado de preguntarse bajo qué condiciones se iniciará esta nueva etapa.
Poco tiempo queda para aclarar situaciones antes de sentarse de nuevo. Con los dedos cruzados, todos esperamos que verifiquen toda la información para que estos atentados queden totalmente desmontados y los culpables identificados, si no en la cárcel. Ojalá se encuentre la lógica de toda esta situación del manejo que se le ha dado para que las conversaciones continúen. Un atentado de esta naturaleza, como lo ha dicho el Gobierno, acabaría con la esperanza de un proceso de paz cuya reanudación no la verían muchas de las generaciones actuales. Y la falta de claridad sobre lo sucedido o lo planeado también haría que las partes se levanten.
cecilia@cecilialopez.com
Más Columnas de Opinión

Junior: pobres jugadores ricos
Y otra vez Junior quedará por fuera del grupo de los ocho y verá la final de la Liga por televisión. Nada nuevo.
Lo mismo de Amaranto, lo mismo de Cruz Real, lo mismo de Bolillo y otra vez lo mismo de Reyes. Visto está que el p

Ataques políticos y los daños a la moral
La politica es cosa seria.Más cuando por la efervecencia y la pasión se vuelve intensa y es cuando los seguidores de las campañas se intensifican por su candidato a medida que se acerca el día de elecciones.
El domigo 17 de sep

Abelardo de la Espriella ¿Candidato presidencial?
Colombia es un país político con elecciones cada cuatro años donde el pueblo acude a las urnas con la esperanza de abrir nuevos caminos que permitan mejores condiciones de vida. En esta dinámica, en agosto de 2022 llegó la izquierda al poder,

Freno del Consumo
Una manera de entender el bienestar es ver los productos que compra el ciudadano. El dato recién publicado en julio evidencia una contracción del 8,2 %, siendo la segunda mayor caída de 2023. Los vientos de impulso al consumo que nos dejó la p