Un principio esencial para el control de la pandemia por el COVID-19, es la eliminación del virus, o al menos su disminución, a niveles que no afecten en forma importante, el funcionamiento de las sociedades, de esta forma, convivimos con la influenza, o mejor con las gripas y otras enfermedades infecciosas.
Actualmente no hay drogas que eliminen el coronavirus, a pesar de que, algunas han demostrado que disminuyen su crecimiento en el laboratorio, y por eso son recomendadas, con control médico estricto. La vacuna está en investigación, su acción es despertar anticuerpos, los cuales también pueden ser provistos a través del plasma de personas curadas, portadores negativos, y pacientes, el objetivo contar con esta posibilidad.
Si no podemos acabar con el virus, debemos usar el aislamiento y la disminución de los contagios, detectando los casos en forma rápida, y estudiando los contactos. Se deben aumentar los estudios diagnósticos. La búsqueda debe ser activa con implementación estudios de investigación clínica epidemiológica, y de laboratorio. La valoración clínica y el criterio médico, van siempre por encima para la decisión en el manejo de pacientes.
Las medidas de prevención y protección son fundamentales, pero se debe definir la población de afectados y contactos, con incremento de medidas sanitarias, de limpieza y descontaminación de superficies. Los apoyos tecnológicos, deben aplicarse de forma obligatoria, como la utilización del registro a la aplicación Coronapp. Apoyar para que la población tenga acceso a estos recursos tecnológicos y sea registrada. Facilitar la dotación de computadores, tabletas, y teléfonos celulares, con el apoyo de los fabricantes y las empresas de comunicaciones, haciendo de cada compra un registro obligatorio. La educación es importantísima para todos, ante el escaso número de Infectólogos, las otras especialidades, médicos generales, y enfermeras, deben actuar como tal. Las universidades deben participar, igualmente colegios, empresas, e instituciones públicas y privadas, con llegada a las regiones más apartadas de la información correcta sobre el COVID-19 a través de todos los medios de comunicación, estos deben colaborar y ceder espacios en forma prioritaria durante la pandemia.
Nadie debe seguir ignorando la situación que vivimos, y todo el Estado, con la fuerzas civiles y militares deben apoyar en su manejo. El cambio de las comunidades es urgente, deben recibir educación, e información veraz, para conseguir su empoderamiento y solidaridad, con el cumplimiento de una disciplina que promueva el necesario, aislamiento, distanciamiento social, lavado de manos, etiqueta de estornudo y tos.
El control de la salud pública, y en estos momentos, el de la epidemia del COVID-19, es la mejor medida para recuperar la economía, entre más demora, peores consecuencias. Participación de trabajadores de la salud, con inclusión responsable y respetuosa de estudiantes. Mejoría salarial y protección de seguridad con pólizas para trabajadores de la salud sacrificados, en la primera línea de batalla, es lo menos que el gobierno puede hacer.
Los principales elementos a cumplir urgentemente son, el cumplimiento de recomendaciones sanitarias y socio culturales, lavado de manos, etiquetas de estornudo y tos, distanciamiento social, detección de casos y seguimiento de contactos, exámenes diagnósticos suficientes, sumados a tratamientos en hospitales preparados. Si los cumplimos desaparecerá el virus, con la adicional esperanza de que en sus mutaciones se vuelva menos agresivo. La inversión debe ser vigilada, para que en un país con los más altos niveles de corrupción, no sea robada o dilapidada nuevamente la salud.
"La esperanza es maravillosa solo cuando actuamos en forma contundente ", (Jim Yong Kim, Partners in Health).