La búsqueda de culpabilidades, en los tiempos del COVID, se ha constituido en motor de las acciones humanas. Hoy, identificamos a millones de personas vigilando constantemente las redes sociales con el fin de hallar culpables, esperando que cualquiera cometa un error para desenfundar su guillotina y lanzar un comentario mordaz que simbolice su ejecución virtual. En eso nos hemos convertido, en verdugos cibernéticos que no mostramos nuestros rostros y emitimos castigos públicos “ejemplarizantes”, siempre apuntando con nuestro dedo inquisidor hacia diferentes direcciones, pero nunca hacia nosotros mismos. Barranquilla no es la excepción de esta realidad, la evasión de culpas se encuentra enraizada en nuestra cultura, pero el COVID nos ha situado en jaque y así nos ha invitado a la reflexión. En esta situación crítica, cada quien debe vociferar en sus adentros mea culpa y asumir su propia responsabilidad. Y, partiendo de dicho reconocimiento, cada uno debe aportar su granito de arena, para que todos juntos, podamos navegar por estas aguas turbulentas.
Los partidos se ganan con una defensa sólida y un ataque efectivo. Si deseamos evitar que el COVID anote nuevamente, es trascendental que cada ciudadano permanezca en su vivienda; que sólo salga el día del pico y cédula siguiendo los tres pasos claves (uso adecuado de tapabocas, lavado de manos frecuente, y distanciamiento social); que trabaje desde la casa; que sólo difunda información oficial; que se realice la prueba del COVID periódicamente; que no asista a eventos sociales; que denuncie las violaciones de las medidas vigentes; y que como padre de familia sea un ejemplo en su hogar. Barranquilla necesita de nosotros, para que juntos podamos gritarle al mundo, “tú tranquilo”.
En ofensiva, es necesario conocer los movimientos defensivos del rival y anticiparse a éstos. En este ámbito, el COVID nos lleva una ventaja de entre 2 y 3 semanas, porque las cifras de contagiados que se publican hoy son de muestras tomadas en ese tiempo. El reto es lograr que las EPS le practiquen las pruebas a quienes lo soliciten en un periodo no mayor a 24 horas, y luego que los resultados de éstas se publiquen en las siguientes 48 horas. Al lograr esto, se podrá reducir el rezago informativo de 3 semanas, a 3 días, razón por la cual, la administración distrital podrá tener casi que un encuentro vis-à-vis con este virus, lo que permitirá: 1. Contar con cifras más actualizadas para optimizar la toma de decisiones, y 2. Evaluar la efectividad de las medidas tomadas con mayor prontitud. Así como enterramos unidos a Joselito todos los años, también podemos darle sepultura a este virus.
El COVID nos está ganando la partida porque no estamos jugando en equipo. El partido todavía no ha finalizado y podemos remontar, solo necesitamos que cada quien cumpla su rol en el campo ¡Así como el gol fue culpa de todos, superar esta situación también lo es, vamos a sacar la casta y a demostrarle al COVID quién es su papá!