La tecnología es un mundo paralelo que nos invade. Su existencia ha facilitado nuestra realidad aunque también la puede complicar. El futuro es más real que hipotético. Internet es pieza clave en la era digital. La información más importante de los seres humanos se almacena en el espacio virtual. Está guardada y protegida en ese lugar misterioso que nadie ve.

¿Qué es la nube? ¿Dónde está? ¿Cuánta información puede acumular? ¿Qué pasa con lo que nunca borramos? ¿A dónde se va? Infortunadamente, esta nube no flota en el aire. Se encuentra anclada en la tierra y contamina de manera alarmante al medioambiente. Puede transformarse en una zancadilla que deje en silla de ruedas al mañana, hasta que no pueda volver a caminar.

Los centros que recopilan toda la data mundial se ubican en diferentes países: Estados Unidos, Brasil, Irlanda, Italia, Sudáfrica, entre otros. Las Data Farms necesitan treinta billones de watts para funcionar. Esto es equivalente a la producción de treinta plantas nucleares en simultáneo. En Silicon Valley existen centros informáticos con grandes capacidades para almacenar información. Sin embargo, el CTI (The California Toxics Inventory) ha denunciado los altos niveles de contaminación que provocan los centros informáticos en la región. Un sólo centro de data puede gastar más energía que una ciudad intermedia.

90% de los usuarios virtuales no necesitan el 80% de la data que poseen. Las cuentas que nunca cerraron en My Space, Hi5, Flickr, Fotoblog, ICQ, MSN, entre otros. Los primeros correos en Hotmail o Yahoo en desuso y toda la información innecesaria que amontonan sin saber que aún existe, está ahí archivada mientras crece en una pila gigante de spam.

Millones de terabytes de basura digital aumentan sin parar. Se acumulan en los centros de data por todo el mundo. La destrucción de información en escala masiva tendría un impacto directo en el medioambiente. Si una de cada diez personas en el mundo borrara 50% de la data inútil, dos plantas nucleares serían cerradas hoy.

Es de suma importancia orientar a los internautas sobre el manejo del espacio virtual. El calentamiento global es imposible de ignorar. La tecnología afecta de manera continua al medioambiente. Gran parte de la responsabilidad está en nuestras manos. Sólo con borrar información que no utilizamos podemos darle un respiro al planeta.

Las nubes decoran el cielo, nos regalan un espectáculo visual. Apreciarlas da tranquilidad. Son la analogía de la vida, el agua y la luz. Compararlas con los centros de data nada tiene que ver con su significado. La basura digital está lejos de las nubes pero, si sigue creciendo a esta velocidad, tal vez podría alcanzarlas. El mundo puede terminar en un basurero lleno de spam, en una nube de contaminación que ya no podamos borrar ni controlar.

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